Es un pecado que no hace daño a nadie: comer delicioso. Y se lo puede cometer sin remordimientos en la avenida René Moreno 444, donde Inés España se encarga de tentar a los visitantes con sabores del Viejo Mundo. El lugar fue inaugurado con la presencia de amigos, que también disfrutaron la cata del novedoso vino chileno Lapostolle.
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