El nombre del restaurante evoca el estilo de cocina que se utiliza en unas paradisíacas playas peruanas y que tiene como base los pescados y mariscos. Sin embargo, Máncora da protagonismo a la producción local y por ello, ingredientes como el urucú, el charque y las habas se transforman en verdaderas obras de arte.
¿Uno de sus deliciosos experimentos? El ceviche a la brasa, preparado con paiche, de la Amazonia boliviana, cocido a la parrilla. Una fusión peruano-boliviana.
Pero sus chefs se arriesgan un poco más con los rocotos rellenos con osobuco a la romana, servido con chuño; plato en el cual se fusionan tres corrientes culinarias: Italia, Perú y Bolivia.
Y así, Máncora no para de sorprender con el adobo de cerdo arequipeño, servido sobre sorrentinos rellenos de cebolla caramelizada; el pollo al tacu tacu, dorado en aceite de urucú; o dentro de la línea de pastas, los ñoquis de papa amarilla con salsa de queso humacha con hilos de charque y habas.
Experimenta la comida contemporánea del Perú en un lugar con aires neoyorquinos, inspirados en el barrio Soho
No hay comentarios:
Publicar un comentario