Rancho Viejo es una nueva opción en Cochabamba para disfrutar al máximo de una de las especialidades que esta casa ofrece: el sabor sin igual del famoso pollo a la brasa estilo peruano con especias y sabores diferentes, salsas nuevas que salen de lo tradicional y una variedad de productos que complementan esta nueva alternativa para los comensales cochabambinos y los visitantes que llegan a la llajta.
“Queríamos combinar sabores peruanos con algunos toques bolivianos en un espacio único, por ello creamos algo totalmente distinto con un ambiente atractivo a la vista en cuanto a diseño y decoración. Rancho Viejo es un lugar para comer bien y para disfrutar de un espacio diferente con la familia o amigos”, aseguran Diego Quiroga, Danilo Arellano, Eduardo Fusi, Alberto Torrecillas y Mauricio d’Avis, emprendedores de este proyecto.
El pequeño menú ofrece una sazón distinta y exquisita en cada producto con platos sencillos pero deliciosamente preparados. La carta, además de contar con el pollo a la brasa estilo peruano, ofrece también pollo a la parrilla, anticuchos peruanos, arroz chaufa y pronto un par de novedades más.
En cuanto a bebidas se tienen jugos hechos en la casa como la famosa Chicha Morada, Mocochinchi y por supuesto la infaltable Inca Kola. Para los amantes de lo dulce, el Suspiro a la Limeña y las Tres Leches son opciones imperdibles de Rancho Viejo, que está ubicado en Av. América esq. Pasaje Irigoyen (2 cuadras al Oeste de la Av. Libertador Bolívar) y que abre sus puertas todos los días de 11:30 am a 11:00 pm.
DECORACIÓN Y AMBIENTACIÓN
Rancho Viejo, como su nombre lo dice, se caracteriza por ser un espacio rústico pero con personalidad. Un lugar que remonta a una casona antigua por los elementos decorativos que se utilizaron para ambientar el espacio.
“Poco a poco se fueron acomodando los detalles decorativos y las donaciones y aportaciones de familiares, amigos y recorridos a distintos lugares como, cerrajerías y carpinterías para que Rancho Viejo cumpla su cometido.
“Es gratificante poder brindar sabores en un espacio que enamora a los sentidos”, aseguran los propietarios.
El nombre de este nuevo espacio fue madurando con el concepto. De hecho y en principio tenían la idea de utilizar el nombre de algún ingrediente, pero poco a poco y como con un rompecabezas se formó el nombre que gustó a todos: Rancho Viejo.
Los emprendedores de este proyecto esperan poder expandir el nombre pero sobre todo consideran la opción de convertir a Rancho Viejo en una franquicia para así estar en las otras ciudades del país.
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