La hija del expropietario del club nocturno informó que inició ayer el trámite ante la Alcaldía y especuló con la construcción de un parqueo en lugar del mismo y espera una respuesta favorable.
Noemí asegura que esta determinación es asumida, debido a que el local continúa funcionando a puertas cerradas.
“Yo no quiero ni una silla ni un vaso de ahí adentro, lo único que yo quiero es demoler este lugar”, afirmó Noemí, quien pidió que sea la Alcaldía que decomise todos los objetos de este lugar para luego donarlos o darle algún uso.
“En cuanto me entreguen la orden de demolición, va estar ahí un tractor el cual va encargarse de llevarse todo (…)”, aseveró cámara sobre el plazo para echar abajo este local en el cual asegura su padre la obligó a trabajar desde los 15 años.
Noemí es propietaria del edificio en que funcionaba el club Katanas, envuelto en un caso de trata y tráfico.
Ella misma denunció los supuestos abusos contra las jóvenes que trabajaban en ese local. Aseguró que la nueva actividad del inmueble no tendrá nada que ver con mujeres ni prostitución. “Nada que tenga que ver con Katanas va a quedar en ese terreno”, concluyó.
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