En la puerta de ingreso, con revolver en mano, hace guardia el capitán Jack Sparrow, el personaje principal de Piratas del caribe, inmortalizado en una estatua de más de dos metros de altura. Su "invitación” a pasar no pasa desapercibida y vale la pena aceptarla, porque detrás de la puerta de vidrio que custodia uno se tropieza con un mundo de fantasía. Se trata de Joe Banana, el primer restaurante temático de Bolivia instalado en pleno paseo de El Prado de La Paz.
"Se ha conjugado la selva y el mundo marino para ofrecerle un viaje de fantasía”, afirma uno de los jóvenes guías (mesero) mientras da la bienvenida al lugar con una sonrisa de amabilidad y un ademán de cortesía.
Ya dentro, junto al primer paso, llega la primera impresión: un enorme acuario de peces exóticos que nadan alrededor de unos corales artificiales de colores intensos, que brillan e iluminan la primera estación de Joe Banana: el Congo. El restaurante tiene cinco estaciones y cada una está decorada con motivos de la selva y del mar. Una enorme y elegante escalera caracol de madera las conecta.
En la estación Congo -una recreación de la selva, con paredes que se asemejan a las ruinas de alguna civilización perdida, árboles y arbustos artificiales- reina una luz tenue proporcionada por la luminosidad del enorme acuario, alrededor del cual se ha dispuesto mesas para las personas que desean reunirse para conversar con tranquilidad, acompañados de una taza de café, de un trago o de una las especialidades culinarias del lugar. Un fondo musical suave es el complemento ideal del lugar.
Al tomar la escalera para llegar al siguiente nivel, un mural de animales salvajes, tallados en madera, obliga a detenerse para observar. Es la antesala de la estación Mufasa, otro pedazo de selva, donde un león, montado sobre un árbol, mueve la cabeza y lanza rugidos de rato en rato.
En medio del mar
Volviendo a tomar la escalera en forma de caracol enseguida se está frente a la estación Deep blue: el mundo marino reproducido en murales y en animales gigantes que penden del techo, cuyo diseño imita un mar agitado, mientras que las paredes están forradas de extremo a extremo con fotografías de lobos marinos, pulpos y otros animales del mar.
A diferencia del Congo, el espacio está destinado al encuentro de familiares o grupos de amigos numerosos que no están preocupados por el bullicio.
Un nivel arriba está la estación Shamil. Un tiburón gigante de amplia sonrisa, que cuelga del techo, da la bienvenida. El espacio es para los niños, está llenó de juegos para ellos. Un carrusel en forma de palmera, pelotas, colchonetas, son como un imán para los pequeños.
Finalmente, en el quinto nivel, espera el salón de la sirena Ariel. El lugar se caracteriza por los amplios ventanales desde donde se admira gran parte del centro moderno de La Paz.
"Contamos con todas las medidas de seguridad”, destaca Sergio Rodríguez, gerente general de Joe Banana, una empresa nacida de la iniciativa de empresarios bolivianos que invierten en el país para ofrecer a sus compatriotas los servicios que se disfrutan en el extranjero.
Un pique a lo macho y un helado al estilo Joe banana
El plato está elaborado a base de una de las comidas más tradicionales de Cochabamba, el pique a lo macho, pero además de los ingredientes acostumbrados (carne y salchicha picada, papas fritas , cebolla y trozos de tomate), la comida viene acompañada de pedazos de chorizo y de tripa frita.
"Es nuestra propuesta, que tiene mucho éxito. También tenemos otras innovaciones en otros platos y postres”, dice Sergio Rodríguez, gerente general de Joe Banana.
El enorme plato impactó el paladar de los paceños.
Otra de las innovaciones es el helado Joe Banana, un postre elaborado a base de porciones de helado que forman una especie de montañas, en cuya cima está un pequeño gorila que hace más atractiva la presentación de la dulce delicia. El helado es parte los más de 60 tipos de postres que se pueden degustar.
En cuanto a repostería, además de las tradicionales tortas, empanadas y otras masitas, se encuentra empanadas de maíz, rollitos de quesos, de salchichas y otras innovaciones para disfrutar a la hora del té o en el desayuno, ya sea dentro de los cinco niveles del local o a la entrada, donde se ha dispuesto mesas con vista a El Prado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario