domingo, 9 de octubre de 2016

Prostíbulos contaban con protección de funcionarios



Nohemy Cámara pinchó la herida y saltó la pus. Propinó un golpe muy duro, no solamente a su padre y propietario del bar Katanas, Marco Cámara, que era su objetivo y al enemigo de este, Ernesto Córdova. El impacto desnudó la protección que reciben los dueños y administradores a cambio de favores sexuales a funcionarios de distintas entidades públicas.

Una fiscal que indaga el caso y el alcalde de La Paz, Luis Revilla, admiten que es así. Ambos, por separado, aseguran que investigan a los involucrados en corrupción. La representante del Ministerio Público anuncia que tiene una lista de personas de distintas entidades que serán convocadas. El alcalde paceño dijo que instruyó una indagación interna profunda para establecer responsabilidades, mientras que el presidente de Impuestos Nacionales anuncia fiscalización y la Policía se aleja de la responsabilidad. Aseguran que si presentan pruebas no habrá protección para nadie.

Juan Carlos Córdova, hermano de Ernesto, paradójicamente trabajó para Cámara durante 15 años, aunque se fue peleado a principios de año. Se animó a hablar. “El negocio de Cámara se movía con influencias. Ante un problema, utilizaba mecanismos para hacerse amigo o para apretar a la autoridad y problema solucionado. Yo lo he visto”, aseveró el entrevistado.

Nohemy contó que su padre organizaba fiestas que se convertían en orgías, Juan Carlos Córdova complementa que en ellas reclutaba contactos, con varias botellas de whisky etiqueta negra, música, y mujeres que en esos casos no cobraban por sus servicios y se veían obligadas a ofrecer ‘cortesías’, es decir, servicios sexuales sin cobrar un centavo.

La fiscal que indaga el caso, Karina Cuba, corrobora la versión. “Tenían padrinos en diferentes instituciones que les alertaban de las batidas por ejemplo, y ustedes vieron que en el local había lugares para ocultar a las señoritas. Supuestamente tenían protección”. Anunció que elaboró una lista de personas involucradas que serán llamadas a declarar.
Mónica Ramírez, la abogada de Marco Cámara, admitió que lo escuchó en los medios. “Lo dijo su hija también, está en la querella, donde habla de personas de instituciones, como la Policía, la Alcaldía, Impuestos y otras instancias. Cualquier aseveración deja de ser subjetiva cuando aparecen pruebas. En el cuaderno de investigación no se halló vínculo entre mi cliente con estos padrinos, por lo que no puedo manifestar si era cierto o falso”.

El alcalde Revilla retira cualquier duda del camino. “Ocurre, si usted le pregunta al secretario de Seguridad Ciudadana, se definen los días y horarios de operativos con conocimiento de tres o cuatro personas, las únicas que saben a qué hora y cuándo se hará el operativo, por esta razón. Esto debe ser parte de la investigación para determinar quiénes actuaban como campanas”

El ex colaborador de Cámara revela que se atacaba a mandos medios. “Marco abría las puertas del local a funcionarios de la Alcaldía, de Impuestos y de otras instituciones, y coimeaba. Se los trataba bien, su botella de trago, su compañía y la relación incluida, y listo, como retribución obtenía silencio, alerta y que se hagan de la vista gorda, en resumen, protección”, recuerda.

Esa misma fuente dice, específicamente, que “a la Alcaldía se le hacía llegar un promedio de $us 500 a 700 mensuales para dos personas, una en recaudaciones y otra en el área de licencias. Recuerde que estaba vencida la licencia, así que había que aportar mensual”.

El alcalde paceño es tajante sobre este tema. “No descarto absolutamente nada, tenemos que investigar todo, e iniciamos una investigación interna muy profunda, como lo hace el Ministerio Público, y prestaremos toda la información, no protegeremos a nadie. Ojalá que quien denuncia tenga imágenes, nombres, porque eso nos ayudará a hallar a esos malos funcionarios”, afirmó.

Revilla aseguró que el subalcalde de la zona central de la ciudad está procesado por el señor Ernesto Córdova porque cerró La Diosa y, según él, vulneró sus derechos.

El alcalde señala que si bien se investigan las dádivas, también hay presión sobre los funcionarios. “Hay muchos casos en los que no solamente se trata de amedrentarlos con juicios, lo más grave es que la justicia les dio la razón y eso es terrible”.

Otro mecanismo que Revilla pone en el tapete es que “los locales han denunciado por corrupción al funcionario más riguroso con ellos. Su objetivo es deshacerse de él. Lo denuncian, hacen un escándalo público, porque es el que más los molesta”.

Un funcionario de la Intendencia relató que tras un operativo, Ernesto Córdova se acercó y le dijo al intendente, cargo ocupado por un Policía:
“‘Has cagado, ya está listo tu relevo’. Y, a los tres días fue cambiado”.
El alcalde recuerda que la Ley de Seguridad Ciudadana concede a la Policía la facultad de detener. “Nosotros hacemos los operativos acompañados por ellos. Si clausuramos y adentro sigue la fiesta, nada podemos hacer”.

Nohemy Córdova señala que había dos policías que eran seguridad de Cámara, “ellos manejaban la muñeca con los otros policías”, afirma.
El comandante policial de La Paz, Abel de la Barra, respondió, contrariamente a lo que dice Revilla, que la Policía no cuida los lenocinios, y que a veces acompaña a la Alcaldía, nada más. “Seguridad física es un servicio privado, no depende de nosotros. No investigamos el tema, pero, si es que presentan pruebas, tenga usted por seguro que no protegeremos a nadie”.

Juan Carlos Córdova reveló que la situación con Impuestos Nacionales pasaba desde la doble facturación, lo que es defraudación, como visitas de funcionarios a los que se daban dádivas sexuales y no faltaban las coimas. El presidente de la entidad, Mario Cazón, dijo que se generan las fiscalizaciones para determinar qué ocurrió en la parte tributaria de Katanas

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