lunes, 29 de octubre de 2012

El restaurante Villaserena abre sus puertas en abril del año 2007

El restaurante Villaserena abre sus puertas en abril del año 2007 como parte de un proyecto integral que es el Centro Arte y Culturas Bolivianas, un centro cultural bajo el paraguas de la fundación del mismo nombre y que en sus espacios cuenta con el Café Concert Luna Llena (desde abril del 2012 reconvertido en Luna Llena Rock Bar), salas de exposiciones y eventos, además del restaurante.

Partiendo del hecho de que el restaurante forma parte de un centro cultural, Villaserena nace de una vocación artística y como un agente cultural conceptualizado en el lema: Porque la cocina es cultura, cocina creativa.

El concepto principal es el de la cocina creativa: una cocina que se reinventa a través de diferentes cartas que cambian cada ocho meses o cada año y que no se limita a etiquetas como “cocina fusión” o “cocina novo boliviana” etc., y que más bien aprovecha todos estos conceptos y pilares de la cocina contemporánea. En cuanto a la evolución del restaurante Villaserena, se empezó con una tendencia fuertemente inspirada en la cocina mediterránea española y poco a poco se ha dirigido hacia cocina basada en los productos y en la gastronomía boliviana con todas sus influencias antiguas y modernas.

Los dueños de Villaserena son Juan Pablo Villalobos y Montserrat Esteban. Actualmente trabajan siete personas fijas en el conjunto del Centro Arte y Culturas Bolivianas, además de personal eventual en eventos y servicio de catering y personal de seguridad y limpieza contratado a terceras empresas.

¿Qué hace diferente a Villaserena? “Somos sinceros con lo que hacemos y aprendemos a mejorar día a día. Nuestra cocina es original, creativa y de calidad en los productos y en el acabado. Como dueño y chef, parto de un conocimiento empírico de la cocina que he fortalecido con cursos intensivos en la Escuela Hoffman de Barcelona que duraron un año. El resto de mi preparación ha sido empírica en todo lo relacionado al manejo de un restaurante ya que yo en realidad he estudiado y también me dedico a las artes plásticas y la cerámica artística, algo que resultó muy complementario a la creación de platos y conceptos en nuestra cocina, además de los ambientes del restaurante. Somos diferentes porque creemos que estamos haciendo un aporte a la revalorización de la cocina boliviana desde una vocación cultural que además tiene como fin el dar apoyo a artistas y proyectos sociales y culturales como el Hormigón Armado. El Restaurante Villaserena es un negocio que forma parte de un proyecto que va más allá del puro mercantilismo”, explica Juan Pablo Villalobos.

Entre las ofertas de la carta actual destacan la Fritanga de cerdo y langostinos con mote especiado y chuño phala y el Ají de fideo camino al cielo.

El menú lo ha ideado Juan Pablo Villalobos junto al aporte de varios profesionales. “La decoración fue ideada por mi mujer y yo, junto al aporte de grandes artistas como Fernando Ugalde (comedor), Gunnar Quispe (mural en el techo del CACB) o Matilde Quiroga (mural externo). Yo también puse mi aporte artístico en puertas, paredes o en el atrio, además de muchos de los cuadros que hay por la casona centenaria (restaurada) que ocupa el CACB y el Restaurante”.

Lugar de tradición

El Hormigón Armado es un proyecto cultural y social de la Fundación Arte y Culturas Bolivianas, ideado por uno de sus miembros: Jaime Andrés Villalobos, que nace antes que el Restaurante e incluso el CACB. Este es un proyecto que se hace con una treintena de niños lustrabotas y que se sustenta con espacios de publicidad en el mismo periódico además de un porcentaje que cubre el CACB a través de los servicios del Restaurante Villaserena y Luna Llena Rock Bar. De esta manera, como cliente de Villaserena uno apoya directamente el Hormigón Armado.

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