Una casona iluminada con luces tenues y un numeroso personal que te recibe muy cordialmente dan la cálida bienvenida a Benedetto Ristorante, una nueva propuesta gastronómica en Santa Cruz de la Sierra que llegó bajo el concepto de comida italiana y mediterránea de vanguardia. Mientras los acordes de un piano de cola reproducen el tema Can’t live without you, de Mariah Carey, llegó a mis manos el menú y a mi mesa una fuente con pan casero y mantequilla con especias. Buenos precedentes de una grata noche.
Explorando el menú de Benedetto encontrás platillos que denotan la meticulosidad de su preparación. Uno de ellos, la deliciosa sopa de tomate, que explota su sabor y se convierte en una zuppa caprese, en la cual la crema de tomates frescos, sazonados con aceite de oliva extravirgen y servida con queso mozzarella fundido y crutones, es la recomendación climática, y la elección certera para preparar el paladar para el recorrido.
A continuación las opciones pasan por los antipastos, las ensaladas y dan el salto hasta los platos de fondo, todos con la explosión de aromas y sabores que producen las hierbas, aceites y otros ingredientes característicos de la cocina europea.
La entrada sugerida es el funghi gratin, cuatro champiñones rellenos con salsa duxelle, tradicional de Francia, aromatizada con finas hierbas, cubiertos de queso parmesano gratinado. Un plato suave pero con mucha personalidad.
La elección de los primeros y segundos platos es complicada y te tientan las opciones de carne, pescados, pastas y risottos, este último 100% italiano.
Algo liviano es la saltimbocca alla Benedetto di filetto di pollo, en la cual sirven dos rotolos de pechuga de pollo rellenos de queso provolone y envueltos en tocino; parece sencillo, pero la albahaca, el tomillo y el orégano, le dan mucha clase a esta opción.
Si te inclinás por un pescado, el salmón Benedetto, un corte de lomo, que contrasta la suave carne con una costra de queso parmesano saborizado con hierbas, es perfecto: delicado a la vista pero intenso en el paladar. Ambos platos son acompañados con un extra: fetuchini con crema, en cuyo fondo reposan cubos de tocino ahumado, el final feliz del paseo, si no sucumbís a un postre.
Y en cuestión de ‘dolces’, estos mantienen la línea, imaginate el clásico cannolis o la spezie de panna cota. Los auténticos.
En cada plato, la presentación provoca un amor a primera vista, pero su degustación asegura un romance. Las imágenes no nos dejarán mentir.
Animate a emprender este recorrido por la cocina italiana, pero no por la que sirve pizzas sobre un mantel cuadriculado, sino por aquella exquisita y refinada y mejor aún, en evolución
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