viernes, 22 de noviembre de 2013

Los jueves ofrecen un menú variado en “La Casa de los Ninguno” Crean hábitos para consumir una “comida consciente”

Arroz verde, sabji (revuelto de verduras), lechuga con pimienta, vinagreta de yogur, verduras en salsa roja y berenjenas en albahaca. Éste es el menú buffet que ofreció ayer el Programa Integral de Comida Consciente, que impulsa hace un año el colectivo de la "Casa de los Ninguno”, a través de la Fundación Rúcula, ubicada en Miraflores, La Paz.
Cada jueves proponen distintas alternativas culinarias con cocineros invitados. En este caso "La revolución de la cuchara” hizo los honores para casi una veintena de comensales.
La "Comida consciente” es una propuesta que permite plantearse la alimentación de forma coherente a cómo se piensa, se siente y se actúa, además con conocimiento de sus repercusiones, tal y como señala la misma definición de la palabra.
Esta iniciativa pretende promover el consumo responsable, apoyar la producción nacional y el comercio justo. Al mismo tiempo genera nuevos hábitos hacia el cuidado del medio ambiente y la salud.
Uno de sus objetivos es reducir el consumo de carne y están en contra de los productos transgénicos y el consumismo. Además, promueven el rescate de los sabores ancestrales de Bolivia y del resto de mundo, entre otros.
Cuidado en el menú
Lejos de cualquier etiqueta, Gadir Lavadenz, uno de los promotores de la idea, explica que "no tiene sentido que un plato se venda como vegetariano si los tomates son de Perú y contienen agroquímicos o si la lechuga está cultivada con aguas contaminadas”.
Desde su visión, es más importante que la comida esté elaborada con cariño y se respeten los ciclos vitales de los cultivos para no maltratar a los alimentos con el uso excesivo de productos químicos. "Es una manera de expresar amor al entorno y un respeto profundo hacia nosotros mismos y nuestra Madre Tierra”.
También señala que la "Comida consciente” se incluye en un objetivo mayor que consiste en la búsqueda de "ser felices”. En la "Casa de los Ninguno”, como denominan -parafraseando a Eduardo Galeano- al lugar donde reside la mayor parte de los promotores, no puede faltar un huerto. Acelgas, vainitas, espinacas, tomate, piña, cedrón, eneldo son algunos de los cultivos que luego formarán parte de los platos que cocinan.
Reconocen que "experimentan para descubrir qué productos funcionan mejor”. Practican el compostaje (usar residuos orgánicos como abono natural). El huerto representa una manera de estar en contacto con la naturaleza. "Muchos clientes quieren saber cómo cultivamos e incluso se animan a plantar ellos mismos”, puntualiza Fabrizio Uscamayta, integrante del colectivo. Además de ofrecer "Comidas conscientes” cada jueves, participan en ferias y eventos, con un reconocimiento cada vez mayor, y venden por encargo.

Entre sus proyectos está impartir talleres y potenciar la sostenibilidad de la iniciativa. También buscan que políticamente se reconozca cada jueves como Día de Comida Consciente.



Propuesta de ley
Sensibilización La Asociación de Instituciones de Promoción y Educación (AIPE) presentará a la Asamblea, en coordinación con las organizaciones sociales, una propuesta de ley denominada "Saber alimentarse para vivir bien”.
Menú Atienden sólo los jueves y el menú cuesta Bs 15. Rúcula se encuentra en la calle Cuba Nº 1673 (entre Carrasco y Posnanski), en Miraflores.

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