domingo, 8 de noviembre de 2015

Carlos Langa cuenta las horas para abrir su peña

Para Carlos Langa la apertura de la Peña de Chaco y Punto es un suceso mágico. Desde conseguir el terreno hasta la inclusión de las pinturas que decoran sus muros, el comunicador asegura que se trata de una sucesión de hechos extraordinarios.

En medio de maderas, sierras, brochas y de técnicos que ultiman la construcción de la cabaña que albergará el refugio folclórico Langa relata a Sociales&Escenas cómo un viaje en taxi terminará en la inauguración de un sueño. “Pasaba por aquí (tercer anillo y canal Isuto) cuando vi el cartel que decía “Se alquila”, enseguida llamé al teléfono de referencia por curioso y me contestó una amiga y le dije que saque el cartel ya mismo. En ese momento, solo tenía Bs 15 para pagar el taxi”, relata entre risas.

Pura alegría
Y es que Langa está feliz. Poco a poco el local que albergará a músicos consagrados de todo el país va tomando forma. Yalo Cuéllar y el Negro Palma serán los primeros en subir al escenario que se habilitará el jueves 12, viernes 13 y sábado 14. Cada fin de semana la peña cambiará de cartelera, entre los artistas que ya comprometieron su actuación están Los Cambitas, Alenir Echeverría, Piraí Vaca, Carmencita Justiniano, Canto Mojeño, Llajtaymanta e incluso Matamba y su reggae.
La cabaña tiene capacidad para 230 personas y hasta el momento demanda una inversión de $us 60.000. Los propietarios de la choza son Juan Carlos Sahonero y el propio Langa, que cuenta las horas para subirse a la tarima y animar al público. Además de la música, el lugar ofrecerá una variedad de cortes de carne a la parrilla (al estilo chaqueño) y empanadas. Por supuesto, las bebidas y vinos también estarán en la carta.

Langa sostiene que trabaja para toda clase de público, por lo que prefiere obviar el segmento al que está dirigido el establecimiento, sin embargo, el ambiente delata un cuidado del más alto nivel. “Atenderemos a todo el que venga con el mismo cariño”, anticipa el locutor. “Hacemos énfasis en que reinará la amistad y la alegría”.

A los 60 años, el animador confiesa que este emprendimiento es un intento para hacer un cambio y bajar las revoluciones, ya que desea recorrer menos kilómetros y asentarse de una vez por todas en Santa Cruz. “No tengo la misma fuerza que antes, tiempo atrás lo que menos importaba era la distancia, yo iba adonde me lo pedían y no preguntaba en qué ir o dónde dormir, pero ahora es distinto”, dice. Carlos sufre de un problema de columna que lo aqueja desde hace años y que por el trajín de la construcción lo ha vuelto a asaltar. “Hace poco estuve con médicos y medicamentos”, confiesa.

Emblema chaqueño
Pero en lo último que piensa es en el retiro, es más, ya está pensando en producir un programa televisivo desde la peña. “Me interesa promocionar a los artistas que tienen raíces en el folclore. Es bueno para el país que esas estirpes estén siempre en vigencia porque es desde ahí que vamos encontrando el camino, ellos ya lo han marcado, y es muy pobre lo que se hace por ellos”, afirma.

Carlos es tan optimista que toma con humor los intentos anteriores para sostener una peña folclórica. “Vengo de cuatro fracasos por eso creo que en esta oportunidad me va a ir bien”, sostiene.

El hombre de las mil anécdotas tiene claro su objetivo. “Nos hacen falta escenarios folclóricos. Hay que revitalizar las tarimas dedicadas a la música folclórica porque si no la expresión de los pueblos se va extinguiendo”. Y suena una chacarera ¡Meta chango!

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