Celebrar un matrimonio, cumpleaños, preste u otro acontecimiento en la ciudad de La Paz cuesta plata, y uno de los gastos más significativo es el alquiler del salón: hasta 15.000 bolivianos, sólo por unas diez horas con los invitados en el lugar.
El flete sólo incluye el salón, mesas, sillas, el servicio de seguridad y de limpieza. Las reservas se las debe realizar hasta con un año de anticipación.
Pero no todos los salones de fiestas de La Paz tienen este elevado alquiler, sólo algunos, aquellos que gozan de prestigio por su tamaño, decoración, ubicación céntrica, acceso a servicio de transporte, seguridad constante y limpieza. Entre ellos están Rubí, Faraón, Atlantis, Reina Isabel, Hércules y Kandilejas, cuyos fletes oscilan entre los 10 mil y 15 mil bolivianos.
"La gente busca un salón bien ubicado, higiénico y seguro”, asegura Guillermo Choque, propietario de los locales Faraón y Nefertitti, ambos ubicados al inicio de la avenida Vásquez, a una cuadra de la terminal de buses.
El Faraón tiene capacidad para 500 personas, Nefertitti para 300. Choque asegura que sus ambientes son de los más elegantes y de mayor jerarquía de La Paz, porque por ellos pasaron "personalidades políticas y económicos”.
Ostentoso, pero elegante
El decorado de un salón de fiesta es fundamental. Si hasta hace unos años el arreglo estaba a cargo de los organizadores de la fiesta, hoy es un detalle innecesario, porque los locales están adornados con cornisas, relieves, figuras de colores intensos, luces, lámparas de cristal enormes que penden de los techos. No precisan ningún adorno para impresionar a los invitados
"Cuidamos todos los detalles. Las lámparas las trajimos de Italia, la cristalería de Francia. Los pisos son cerámica española”, remarca el dueño del Faraón.
David Salazar, administrador del salón Rubí, destaca que el local es uno de los más cotizados por su "diseño imponente con materiales de primera, colores y luces, que son el marco ideal para una fiesta de nivel”.
"El Comité Cívico nos condecoró con el Chuquiago de Oro, porque el salón está catalogado como el mejor de La Paz”, añade. Rubí está en la avenida Tejada Sorzano de Miraflores, a una cuadra de la plaza Villarroel. Tiene capacidad para 700 invitados.
Seguridad total
Otro de los valores que cuenta a la hora de elegir un salón de fiesta es la seguridad. Al respecto, los locales más caros de La Paz se jactan de estar bien equipados.
Johnny la Fuente, propietario de Kandilejas, asegura que cuentan con cámaras de seguridad dentro y fuera del local y con un monitoreo constante para identificar la presencia de cualquier "sospechosos” en el salón.
"Se monitorea las filmaciones para ver qué pasa. Cuando es necesario los guardias de seguridad intervienen”, detalla.
Otro factor que hace a la seguridad de estos salones es el servicio de transporte puerta a puerta para los invitados.
"Trabajamos con empresas de radiotaxis conocidas. Despachamos a los invitados con una lista y verificamos que lleguen a sus residencias”, afirma el propietario del Faraón.
Limpieza a toda hora
Y para estar en la lista de los mejores, estos locales también cuidan un valor importante: la higiene, no sólo en los baños, sino en todo el salón. "No dejamos bebida derramada en el piso, botellas rotas, ni nada, el personal de limpieza está pendiente. Además, tenemos 11 baños impecables”, asegura el dueño de Kandilejas.
Y en busca de esa higiene, en estos locales no se puede preparar alimentos, por lo que se tiene que contratar un servicio de catering, otro negocio que en los últimos años comenzó a cobrar importancia y muchos ingresos.
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