viernes, 4 de octubre de 2013

Chez Moi incluye platos gourmet en su bistró

Una de las zonas más pintorescas de la ciudad tiene un nuevo complemento. Se trata de la avenida Monseñor Santistevan, repleta de elegantes edificios, pero donde abundan los árboles y la tranquilidad. Y aquella novedad del barrio se llama Chez Moi, una cafetería donde inconscientemente la vista se detiene para agudizar los demás sentidos ante la idea de ubicarse en un rincón parisiense. Tesoros de la cocina italiana y de la francesa son cuidadosamente guardados en el local que recientemente se estrenó como bistró.
La parada se realiza en un colorido local, donde el rojo de su fachada evoca al Moulin Rouge del que todos hemos escuchado hablar. Y la decoración, cálida, con madera como elemento principal y muy acogedora, es ideal para enmarcar lo que se vendrá a continuación.

LA CARTA CHEZ MOI
En pocos lugares del país podés encontrar la focaccia cocinada con los secretos italianos. Chez Moi la tiene, y la presenta para quienes no la conocen: consiste en un pan plano cubierto con finas hierbas, jamón crudo, higo, uva pasa, ciruela y tomates deshidratados. Un excelente compañero para el vino tinto. Así los cantuccinis, también llamados biscotti di Prato, son otra de sus joyas perfectamente combinables con el champán.
Los almuerzos y las cenas son igual de especiales, pues el chef incluyó manjares originales en la carta. ¿Su recomendación? El pato, pues es cocinado estilo confit, lo cual da como resultado una carne tierna, rosada y con piel crujiente. Esto bañado en una salsa con los jugos del pato y naranja. Este plato se estrenará el sábado junto al gras-double à la lyonnaise (la versión francesa de los callos a la madrileña)

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