Ana Poppe, una de las creadoras de este delicioso espacio, es una maestra pastelera formada en Francia y España. Su especialidad son los cupcakes y diferentes tipos de galletas como las afamadas chocolate chips, las de avena y de maní
Estas delicias se ofrecen en la pastelería que Poppe y Ricardo Pablo acaban de abrir en la zona norte de la ciudad de Cochabamba, brindando pastelería tradicional de una manera diferente.
“El cupcake que preparamos, lleva queso crema, no nata como suelen ponerle aquí”, cuenta Poppe; “el brownie lo hago muy denso, compacto, no esponjoso y el tiramisú lleva queso mascarpone”, asegura. Las recetas que utiliza tienen mucha influencia francesa y española.
“Sinrecetas” está abierto de lunes a domingo de 3 de la tarde a 8 de la noche en la calle Juan Capriles. La calidad de sus masitas hace que sea una pastelería diferente.
“No trabajamos con margarina, menos con manteca, todo es mantequilla. El queso que utilizo es de muy buena calidad, de la marca Colinas del Sol, que se elabora en Cochabamba. También utiliza chocolate Ceibo y únicamente aceite de oliva. Muchos de los productos que emplea son importados de España. Para las galletas de maní, usa la mantequilla de maní norteamericana.
Respecto del singular nombre de esta nueva pastelería, Ana Poppe y Ricardo Pablo aseguran que surgió porque en Europa está de moda unir las palabras y porque hace referencia a repostería creativa.
“Todo lo que te imagines puede ser comestible”, dicen; “no es improvisación, si no es todo un mundo de cosas que se pueden inventar, la gente cree que la repostería es un hobby, para mi es mi profesión, es un arte, es lo que amo hacer”, dice Poppe.
El tiempo que ella dedica a este arte, es importante, ya que asegura, lleva bastante detalle, no solo en el sabor si no en el proceso de creación”.
Difundir el mundo del cupcake es lo que quieren Ana y Ricardo. “Primero porque es un pastelillo hermoso, es muy versátil, puede ser de diferentes colores y texturas. Puedes crearlos formales e informales, puedes hacer miles de cosas con un cupcake”, dice.
Para la decoración del lugar, los propietarios de la repostería han captado ideas de varias pastelerías y cafeterías europeas, pequeños detalles que llamaron la atención de la pareja mientras paseaba por esas hermosas calles. El color es blanco y poco retro con un toque francés.
Una visita obligada para quienes aman la buena pastelería, que en este caso además de calidad, tiene una buena presentación, la combinación perfecta.
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