lunes, 17 de abril de 2017

Muela del Diablo en La Paz



La Muela del Diablo nació en Cochabamba. Aunque no lo crea, es cierto. También es correcto afirmar que desde hace un año abrió sus puertas en La Paz y que su mejor carta de presentación son las pizzas y las pastas hechas en casa, con el verdadero sabor italiano. Se trata del emprendimiento de dos paceños que iniciaron esta aventura donde menos lo iban a pensar para hacer realidad sus sueños.

Hace más de 10 años, a Lenin Butrón le encantaba la vida nocturna de la sede de gobierno, hasta que tuvo la necesidad de emigrar al valle cochabambino, donde no encontró un local que llenara sus expectativas en arte alternativo y rock.

Al igual que Lenin, a Gabriela Córdova le atrae la fotografía, la pintura, la música, el teatro y la literatura, así que ambos se unieron para materializar sus “sueños frustrados de artistas” en un boliche que sirviera para presentar exposiciones de diferente índole y que sirviera también como escenario para grupos de rock que no hicieran tributos. La Muela del Diablo en Cochabamba ha sido un éxito, lo que queda demostrado con su década de existencia y la afluencia continua de clientes.

Desde hace cinco años incursionaron en la gastronomía, tomando en cuenta que Gabriela viajó en su juventud a especializarse en cocina en España y también en Italia, donde su estadía en Bolognia le sirvió para trabajar y aprender en varios restaurantes y captar el sabor característico de aquel país.

Ambos nacieron en la sede de gobierno y como muestra de ello bautizaron el boliche como la Muela del Diablo.

No obstante, después de 10 años de éxito, ambos amigos tenían una deuda con su ciudad natal, hasta que Carola Córdova (hermana de Gabriela) propuso abrir una sucursal del boliche cochabambino.

“En un principio teníamos miedo, porque La Paz es una plaza súper competitiva, pero ahora nos está yendo bien y estamos muy contentos”, comenta Lenin desde Cochabamba. Y desde hace un año, un ambiente agradable acoge a la sucursal, que en lugar de ser un local de música se ha especializado en gastronomía.

“Cuanto más simple sea la comida es mejor, pero tiene que estar elaborada con ingredientes de buena calidad”, sostiene Gabriela como filosofía de su restaurante. Por ello, en la carta hay 20 opciones de pizza, como la frutti di mare (con mariscos), pecatto (con aceite de trufa importado desde Italia) o el platillo estrella: Muela del Diablo, todas preparadas en un horno de piedra y con leña, que dan como resultado un sabor inigualable.

Risotto, pastas hechas en casa, lasaña boloñesa, tallarines, tortellinis, ravioles a la tinta de calamar rellenos de salmón, son las otras elecciones que puede elegir el comensal.

En cuanto a las bebidas, las especialidades son Chiaraque (hecho a base de tumbo) y mojito de la casa, suave al paladar para una experiencia sutil.

El emprendimiento que nació en Cochabamba, ahora es una grata alternativa en La Paz, dentro de una muela con sabor italiano.l



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