domingo, 16 de noviembre de 2014

El restaurante AltaMar ofrece una gastronomía que fusiona sabores de la costa con ingredientes bolivianos.



Desde el momento en que el cebiche andino con quinua toca el paladar, se siente el sabor dulce del grano boliviano mezclado con el agrio del pescado cocido en limón. Esta combinación aviva las papilas gustativas y hace cerrar los ojos como muestra de lo mucho que se disfruta el platillo especial.

Es una de las alternativas que ofrece el restaurante AltaMar-Costa Andina, que fusiona los sabores del mar peruano con alimentos que se producen en Bolivia, con el fin de crear un sabor diferente y único.

La arena de playa, las palmeras y el bambú que adornan el exterior son la invitación perfecta para ingresar a este establecimiento ubicado en la avenida Montenegro, en la zona Sur de La Paz, en una iniciativa que llega a través de una pareja arequipeña que eligió la sede de gobierno como su hogar.

Cuando Jessica de Córdova y Fernando Salas arribaron a Santa Cruz de la Sierra, a los dos días de haberse casado, tal vez no imaginaron que se iban a establecer en el país y menos aún incursionar en la gastronomía. “Llegamos a Bolivia hace 16 años por un asunto laboral de mi esposo”, cuenta la chef manager Jessica, quien rememora que tres años después se trasladaron a La Paz.

Ya desde antes, Jessica buscaba cursos de cocina, debido a su apego por la gastronomía. “Creo que es una herencia familiar, viene desde mi casa; mi mamá es muy aficionada a la comida”, afirma. Es debido a ello que tomó cursos de chef profesional, de comida italiana, española y peruana.

En ese ínterin ganó una beca en el instituto de educación en hotelería Le Cordon Bleu en Lima e hizo prácticas en el restaurante Mares de Arequipa, especializado en mariscos y pescados.

Este año, la pareja arequipeña quiere tentar el paladar boliviano con una propuesta diferente. “Teníamos el sueño de que fuese un pedacito de mar en La Paz, que la gente que llega al restaurante sienta por unos minutos el sabor marino con el ambiente marino”, sostiene Fernando.

A esta explicación también se debe el nombre del restaurante, ya que la intención es que con AltaMar la gente disfrute de los ingredientes marítimos combinados con alimentos de la altura boliviana, como el pejerrey, la trucha y la quinua.

“Lo que queremos lograr con AltaMar es que la gente identifique la comida del mar con la ciudad de La Paz, con los ingredientes de altura”, recalca Fernando.

Cálido ambiente

La fachada del restaurante mezcla la sofisticación de las ventanas, que le dan un toque de frescura, con bambúes traídos de Camaná, provincia de Arequipa, que cubren parte de las columnas. En el ingreso, los dueños armaron un pedazo de playa con arena blanca traída desde el mar. “Es nuestro oasis”, sostiene orgulloso el Gerente de AltaMar.

Hacia el interior del establecimiento, que tiene capacidad para recibir a 90 personas, los ladrillos de tipo caravista se complementan con las paredes anaranjadas. “Los colores interiores nos dan un toque de frescura, de un cierto sabor a cítrico que acompaña a nuestros platos”, comenta Jessica. “Nos lleva a recordar la puesta del sol en el mar, un color medio naranja, amarillo, ésa es la sensación que hemos querido brindar”, complementa Fernando.

Entre la variedad de platillos que propone AltaMar se encuentra el trío de arroz, combinación de arroz rojo, verde y negro. Otra mezcla interesante de sabores llega a través de cuatro estaciones, un cebiche con cuatro sabores diferentes. La copa blanca tiene un cebiche tradicional de trucha, mientras los cebiches amarillo, rojo y verde están combinados con mariscos. El amarillo tiene la misma salsa del cebiche, aunque fusionado con ají amarillo, el verde está hecho con espinaca, mientras que el rojo es una pasta de rocoto rojo trabajada en el restaurante. “Tienen un mínimo toque de picante, pero lo que sí encuentras es el sabor”, asegura la chef manager.

La otra oferta especial es la fuente AltaMar, que reúne varios ingredientes para saciar el antojo con variedad de la gastronomía peruana, pues en un plato especial contiene pulpo a la parrilla, wantán AltaMar, arroz marino chaufa, espagueti huancainado y fritura de mariscos.

Un platillo que es inevitable probar y que es requerido por los comensales es el cebiche andino con quinua, hecho a base de trucha, cebolla, limón y quinua. Al probar este platillo, la primera sensación es el dulce del grano boliviano, que de a poco se mezcla con el agrio de la trucha cocida en limón. Es inevitable cerrar los ojos para sentir mejor los ingredientes y deleitarse con esta fusión de la costa con los Andes.

En cuanto a los postres se encuentran desde el sabroso queso helado, la mazamorra, hasta el arroz con leche. En ese momento ya es difícil no quedar atrapado por las tentaciones culinarias de Perú. Cuando llega el momento de saborear las bebidas uno se puede refrescar con la tradicional chicha morada con hielo.

Además, AltaMar ofrece el pisco sour tradicional; la chicha sour, preparada con chicha morada, y el maracuyá sour. “Para nosotros es importante el pisco sour porque cuando tomas alcohol te abre las papilas gustativas, te las hace mucho más sensibles, y al momento de probar nuestras comidas la sensación es otra, es un juego de sabores que tienes en la boca”, asegura Fernando.

Otra particularidad es que el pisco es especialmente preparado, de manera artesanal para el restaurante desde el valle de Majes, en Arequipa, con el nombre de AltaMar. No está a la venta, sino que sirve exclusivamente para las preparaciones de este establecimiento.

“Lo importante es dar a conocer que en La Paz puedes comer como si estuvieras en Lima, no tienes que viajar, la gente puede sentirse confiada y segura de que va a pasar una buena velada”, afirma Fernando quien informa que para las reservas se puede llamar al número 2795276 o entrar en la web www.altamarbolivia.com.

Después de pasar por la experiencia del restaurante AltaMar existe la satisfacción de haber probado un poco de mar peruano a la altura de la hoyada paceña.



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