domingo, 30 de noviembre de 2014

Wist'upiku Una tradición con sello valluno

Mencionar las empanadas Wist'upiku es hacer referencia a una de las tradiciones más importantes de la ciudad del valle, que en sus 75 años de existencia, no sólo ha deleitado los paladares de los cochabambinos, sino ha traspasado fronteras departamentales y nacionales, consolidándose como una marca netamente cochabambina.

Nació hace tres cuartos de siglo, en 1939 en una de las calles más populosas de la ciudad muy cerca al mercado Calatayud, la calle Lanza, como una más de las panaderías tradicionales manejada por los esposos José Soliz Vaca y Elisa Lazarte, pero poco a poco fue creciendo y diversificando sus productos en base a una antigua receta familiar.

Desde hace dos décadas, el pequeño emprendimiento familiar, gracias al impulso de los descendientes se ha convertido en una empresa competitiva, en continuo crecimiento y expansión.

Su éxito, al margen de la receta secreta guardada celosamente durante estos 75 años, está en la fusión y valorización de la culinaria tradicional de antaño.

Es así que desde su nombre Wist'upiku (expresión quechua que significa pico chueco) y hasta el último de sus productos refleja esa su característica.

Don José retornó de la Guerra del Chaco (1933) con una herida que afecto la forma de sus labios y le provocó una parálisis facial; hecho por el que se ganó el apodo de wist’upiku. Las personas, en lugar de referirse a la panadería por su nombre "Lanza", la identificaban a través de don José, el "Wist'upiku", y se quedó con ese nombre en su homenaje.

La empresa además ha asumido expresiones, modismos y palabras, que provienen de nuestra cotidianidad, y las ha incorporado en su lenguaje de marca.

"Cualquier cosita llamas nomás”, "Te gusta ¿No ve?" son algunas expresiones del lenguaje coloquial de la gente, que la empresa rescató para interactuar con los clientes y promocionar sus productos, ya sea a través de línea gratuita de atención que habilitó o las redes sociales en el Internet, como el Facebook y Foursquare.

Pues un desafío permanente de la empresa es no perder su característica tradicional, pero seguir avanzando, aprovechando los medios tecnológicos para mejorar sus servicios y estar cerca del cliente.

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