Un trabajo para una materia en la carrera de Economía llevó a Christian Rojas a desarrollar una idea que une el servicio de entrega de comida o delivery con la tecnología y la oferta de una gama gastronómica amplia y variada.
Desde hace dos meses existe www.tengohambre.bo, un nuevo servicio en el centro de La Paz que permite, con sólo una llamada, acceder a una oferta de 80 a 100 platos que se elaboran en diez diferentes locales de comida.
Su página web tiene a disposición la oferta gastronómica de siete de ellos, en donde los pedidos se combinan. Es decir, no sólo de un local.
Los locales que forman parte del nuevo servicio de delivery están ubicados en La Jungla, en el Centro Comercial Camacho y la oferta comprende comida rápida, sushi, paella, postres, entre otros.
"La idea inicial es que las personas puedan realizar pedidos de comida a través de internet, aplicaciones móviles y el Facebook. Por ahora, como estamos arrancando, todavía no tenemos la infraestructura necesaria para hacerlo a través de estos medios”, explica Rojas.
Tengo Hambre, cuya oficina también se encuentra en el patio de comidas, opera de momento a través de llamadas. Sin embargo, el primer semestre de este 2015 la modalidad virtual será una realidad.
Los pedidos se realizan los siete días de la semana, de once de la mañana a diez de la noche. El servicio durante los feriados se coordina con los locales y depende de si el patio de comidas abre sus puertas o no. El costo por el servicio se establece por zonas.
Las horas de mayor flujo son las del mediodía, debido a que el patio de comidas se encuentra en un punto estratégico del centro paceño y está rodeado de entidades financieras, oficinas privadas e instituciones públicas, entre otros.
Tengo Hambre forma parte de la empresa Dron S.R.L. Un emprendimiento boliviano creado por un grupo multidisciplinario de jóvenes profesionales familiarizados con el uso de la tecnología como medio para satisfacer necesidades y resolver problemas cotidianos.
Rojas explica que el servicio de delivery tiene una falencia importante en La Paz, es muy lento y no se sabe las medidas de higiene que se tienen en el transporte, algo que el nuevo emprendimiento prioriza.
"Nosotros recibimos los pedidos, registramos la hora en la que se hace la solicitud al restaurante para controlar cuánto tarda el personal en realizar las entregas”, detalla la administradora de la empresa, Andrea Barrón.
El emprendimiento tiene previsto trascender el patio de comidas y llegar a los restaurantes en el centro paceño, la zona Sur y, a mediano plazo, el eje troncal en Bolivia.
Para integrar este universo de pedidos es necesario que los restaurantes cuenten con internet. Ése es el aspecto en el que aún la empresa está trabajando.
El servicio tiene ocho repartidores, todos hombres y en su mayoría jóvenes.
Kenneth Guzmán es uno de ellos. Él ya trabajó con anterioridad como repartidor y considera que este servicio es más organizado y se enfoca en la satisfacción del cliente.
"El tiempo que tenemos para llegar se controla y si hay una marcha o problema en el centro se le informa al cliente. Todo está bien calculado para que nosotros siempre lleguemos con una sonrisa y en el tiempo en que se le informó al cliente”, comenta Guzmán.
Cuando existe alguna marcha o un congestionamiento vehicular y los pedidos se realizan desde el centro de la ciudad, los repartidores llevan la comida a pie porque, según cuentan, llegan más rápido.
Marketing en línea
Tengo Hambre tiene como meta también desarrollar marketing en línea, lo que significa realizar campañas específicas para cada restaurante.
Pero, además, con el flujo de pedidos se registran datos importantes, como la comida más pedida, las edades de los clientes, las zonas, entre otros.
Ello, según argumenta Christian Rojas, permitirá a los restaurantes participantes desarrollar sus campañas con datos exactos de su clientela para tener mayor éxito.
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