No todos pueden entrar a “La Costilla de Adán”, primero porque el dueño se reserva amablemente el derecho de admisión, (“no soporto a los borrachos”) y después porque el mismo ambiente del lugar no está hecho para cualquiera.
Este es un espacio escondido en el barrio paceño de Sopocachi, un lugar que parece un pequeño “país de las maravillas”, que sigue y sigue creciendo, al igual que la imaginación de su dueño, y de quienes trabajan con él. Es la fusión de muchos sueños. Y cada cliente ve, en alguno de los miles de objetos que se juntan en el lugar, algún recuerdo propio.
Durante casi toda su vida, Roberto Carzola Bernal, se ha dedicado a coleccionar todo lo que pueda combinar con su creatividad.
De profesión peluquero, y de origen tupiceño, Carzola tiene casi 20 mil piezas antiguas, de las cuales las más antiguas datan de 1800; sin embargo, la idea de Carzola no es necesariamente apreciar lo antiguo, sino revalorizar lo creativo, lo especial, sin importar necesariamente que sea viejo o no. De esta manera, lámparas, sombreros, llaveros, placas, teléfonos, caballitos de madera, sillones de las más distintas formas, tinas convertidas en mesas, telas… todo lo imaginable, se puede encontrar. Haga la prueba, pregunte por cualquier objeto. Seguro que Carzola ya lo ha puesto en la lista de sus tesoros, ubicado en alguno de los espacios del lugar, cada uno diferente al otro, pero similar en su concepto.
Pero nada acá está estático. Son tantos los objetos, que Roberto va combinando y cambiando decoraciones, en un reto a su fantasía que él disfruta indeciblemente. Igual que cuando toma las tijeras e inventa algún corte.
En “La Costilla…”, los sueños crecen. Y para Roberto hay mucho espacio todavía. Pronto piensa inaugurar una peluquería que atenderá en las noches, mientras sus clientes disfrutan de alguna de las especialidades y también quiere ofrecer desayunos.
La cocina, aunque menos vistosa que la decoración, no es por ello menos importante: las empanadas hechas de queso de cabra con cebolla, albahaca con choclo o dulce, y las manzanas al horno con relleno de dulce de leche, son deliciosas. En la carta de tragos, la lista es igual de original así como los tragos y hasta los jugos, desde el “Orgasmo” hasta el “Evaristo”, hecho con licor de coca, y en homenaje al presidente Morales, “La Costilla de Adán” es un lugar que, cuando esté en La Paz debe conocer, y si está en la ciudad y tiene ganas de una buena charla, excelente música y un ambiente con todo de fantasía, este es el lugar.
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