Un dragón chino en el hall del Club de Tenis Santa Cruz dio el recibimiento a la gente que llegó hasta este exclusivo lugar para despedir el 2011.
Año Nuevo asiático fue el nombre que escogió la institución, que también ambientó todos sus rincones con luces y lámparas del lejano oriente. Y en la terraza se instaló un área juvenil.
Todos bailaron al ritmo de Bamboleo y comieron fricasé al amanecer.
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