Sus propietarios, Luis Abecia y Sandra Fernández de Abecia, crearon el restaurante primero en Tiquipaya hace un par de años. Después de conocer a sus clientes, proveedores y contar con personal capacitado, se animaron a abrir una sucursal hace algunas semanas, en la calle Beni.
La idea inicial era ofrecer solo pizzas, por lo que eligieron ese nombre, al tratarse de una fraseen italiano muy conocida.
“Nuestro público en Tiquipaya es principalmente extranjero y nos enfocamos más en los brasileros, gracias a quienes fuimos modificando y variando el menú que hoy tenemos”, cuentan los dueños, que quisieron popularizar esta comida bajo la premisa de ofrecer un producto a precio accesible.
“Nosotros vivimos en Brasil entre 1994 y el 2000; mi esposa hizo una maestría en el área de alimentos azucarados, textura y sabor de chocolate y yo realicé una maestría en el área de harinas y cereales. Al concluir los estudios trabajamos en restaurantes y pizzerías y ahí observamos que lo más destacado en la comida brasilera eran sus pizzas”, cuenta Abecia.
“Vivir en el exterior hizo que podamos aplicar una receta bien elaborada con ingredientes de primer nivel a un precio justo. Creo que los negocios funcionan bien cuando los conoces de cerca, yo siempre estoy en el restaurante junto a mi esposa. Me gusta conocer al cliente”, añade.
Convencido de que el comensal que visita un restaurante debe ser tratado a cuerpo de rey, asegura que cuando el cliente apunta con el dedo una botella, el mozo debe traérsela inmediatamente.
“Esa es nuestra manera de pensar y para ofrecer un mejor servicio, pusimos timbres en las mesas para que nuestros clientes sean bien atendidos”, asegura.
La idea que tiene el propietario es democratizar la buena pizza. “En Estados Unidos hay pizzas familiares que cuestan 4.99 dolores, claro está que también las hay caras que son gourmet. Pero existen pizzas muy buenas como es la nuestra a un precio muy accesible”, dice.
Muchas de las recetas que este delicioso rincón utiliza son netamente brasileras como la pizza calabresa con cebolla, la brasilera que es un mix de cinco embutidos, o la strogonoff de pollo con papa hilada.
“Otras las hemos adecuado al paladar boliviano como la pizza criolla que tiene bife de lomo, cebolla y locoto o la pizza con charque”, añade.
El menú ofrece variedad de sabores de pizzas como la clásica, cuatro quesos, camarones, anchoas, vegetariana, o la calabresa y cebolla entre otros sabores. También hay diversidad de pastas con exquisitas salsas como la mamma mía a base de crema de leche, jamón y champiñones o la bolognesa, tres quesos, pesto, camarones, entre otras delicias.
La pizza más cotizada, la mamma mía, tiene queso catupiry, calabresa ahumada, albaca fresca, un estilo totalmente brasilero. El menú incluye deliciosos postres, jugos naturales como el de maracuyá, uva, naranja natural, frutilla fresca, naranja con frutilla, muy común en el Brasil.
La decoración del restaurante estuvo a cargo de los propietarios y de la persona que les alquila el local, que antes era una tienda de muebles.
“Hablé con el señor para que hagamos los muebles del restaurante y los hemos ido creando poco a poco, por ejemplo, las mesas tienen fierro de construcción adecuadas para que el cliente no se golpee las rodillas al entrar”, explica.
Una visita obligada para quienes gustan de la buena comida, en un ambiente acogedor para compartir en familia o con amigos.
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