Magia, trucos y diversión son ofrecidos en una de las sucursales del restaurante Eli’s, a la hora del almuerzo y cena. El objetivo es liberar el estrés de los comensales, causado por el trabajo, y hacer de la comida una experiencia para el recuerdo.
“Nada por aquí, nada por allá” y en menos de tres segundos y con un “abracadabra patas de cabra” una llama de fuego sale de las manos de un mago, ante la mirada atónita de niños y adultos que se encuentran listos para degustar de la comida.
Naipes, ligas de plástico, tornillos, pañuelos, monedas y otros accesorios que aparecen y desaparecen, un joven vestido de traje que inspira seriedad pero roba más de una sonrisa son el deleite que ofrece el restaurante Eli’s en la sucursal ubicada en el cine Monje Campero de La Paz.
“La magia gusta a gente de todas las edades, desde niños hasta mayores, queremos que la gente disfrute y tenga una experiencia única que les permita estar de buen humor y liberar las tensiones del día porque todos vivimos bajo presión”, menciona Peter Sojka, dueño del restaurante.
Asombrado por los trucos mágicos que vio en un cumpleaños, Sojka decidió llevar este ilusionismo a una de sus sucursales. “Encontré al mago en una fiesta infantil, me encantó y le propuse que trabaje con nosotros porque me gusta innovar. Todos los negocios ofrecen comida, pero si le agregas la magia se convierte en un recuerdo inolvidable”, cuenta.
Encanto. Luis Maydana de 20 años, más conocido como Dion, es quien se encarga de sorprender a los clientes con su ilusionismo. Hace cuatro años aprendió sus primeros trucos de magia y hoy trabaja en el restaurante, además de estudiar Administración de Empresas.
“Nunca hice magia mesa por mesa y al ver el asombro de la gente cuando ve mis trucos me siento feliz. Algunas personas no muestran interés porque están apuradas o tienen que hablar de negocios, pero en general les gusta”, dice Maydana.
Cada día entre 100 a 500 personas se dan cita en el lugar, el mago está los días martes jueves y viernes, indica Mónica Mueuzer, encargada de la sucursal de El Prado. “En el almuerzo la gente se quita un poco el estrés de media jornada, ocasionado por el trabajo, cuando el mago va mesa por mesa mostrando sus trucos”.
Entre la clientela, los más entusiastas son los niños y jóvenes, quienes no se conforman con un par de demostraciones de ilusionismo y piden más. “Jamás había visto algo así y me gusta la idea de que por un momento uno pueda distraerse y olvidarse de los problemas del día porque la magia logra cautivar”, menciona Luis Rodríguez, un universitario.
“Para mí es una experiencia que quedará en mi memoria porque es la primera vez que vengo acá con mis hijos. Que nos traigan trucos de magia a nuestra mesa hace que este momento sea inolvidable, además de divertido y relajante. Voy a regresar para ver más magia”, afirma Ruth Espinoza, madre de familia. En adelante, la empresa planea implementar esta iniciativa en sus diez sucursales, pero todo dependerá de la aceptación de sus clientes.
“Estamos haciendo una prueba y por la reacción de la gente creo que en tres semanas haremos esto en otras sucursales, también tenemos la idea de hacer otras actividades con payasos o comediantes para que las personas disfruten del momento con alegría, más allá de la comida”, explica Sonia Sojka, gerente general de Eli’s.
Para el mago, quien hasta ahora es el único que trabaja en el restaurante para bridar el show, “la magia desestresa, divierte, brinda alegría y es la mejor forma de olvidar los problemas y ajetreos que caracterizan el cotidiano vivir de los paceños”.
Variedad y magia para disfrutar
Comidas
El restaurante ofrece variedad de alimentos: desayunos desde Bs 14, tortas a Bs 16, pastelería fina a Bs 7, helados a Bs 23, jugos de fruta a Bs 18, bebidas a Bs 17 y sopas y platos a la carta desde Bs 19.
Trucos
Dion aprendió este arte de su tío. Entre las demostraciones que realiza están el juego de la baraja oculta, desaparecer monedas, atracción de objetos, la llama de fuego, el pañuelo sorpresa, ilusión de ligas y otros.
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