El famoso chef danés Claus Meyer, copropietario del restaurante Noma en Copenhague, formó una alianza con una ONG de su país para abrir una sucursal de su compañía en Bolivia y "revolucionar" la culinaria típica, marcada por frituras, ajíes y carbohidratos, se informó ayer.
"Es interesante para mí montar un restaurante, otro Noma, aquí en Bolivia", dijo Meyer, quien llegó a Bolivia para formar una alianza empresarial con una ONG de Dinamarca, con el fin de "revolucionar" la comida boliviana, y participó de un seminario para discutir qué ajustar en la culinaria del país sudamericano.
"Vamos a crear un movimiento, como lo hicimos en Dinamarca y en los países nórdicos. Un movimiento que incluya a toda la cadena de alimentos para participar en el proceso de revitalizar, redefinir una cocina boliviana que ilumine al mundo", aseguró Meyer.
El proyecto. La cocina boliviana es variada y marcada por los diferentes climas que la componen: los Andes, los valles y los llanos, aunque en casi todas ellas hay una fuerte presencia de carbohidratos, frituras y picantes.
Meyer y la ONG de su país IBIS formaron la fundación Melting Polt Bolivia, con el fin de instalar "un complejo gastronómico", en la ciudad de La Paz, que incluya capacitación a jóvenes de escasos recursos económicos, un restaurante, una panadería y un bistró. El plan es utilizar más vegetales, granos, frutas, fibras y pescado, que hay en el país, explica el afamado chef.
Los plazos. El proyecto en Bolivia comenzará con un diagnóstico este año y luego con la implementación del "complejo gastronómico".
Meyer y su socio René Redzepi abrieron en 2003 el restaurante Noma que es considerado uno de los mejores de su país, pues comenzó a rescatar componentes antiguos de la comida nórdica, frente a la tendencia, hasta hace unos 10 años de preferir comida que provoca mucho colesterol.
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