“Sólo funciona con dos monedas de un boliviano” describe el instructivo en uno de los cinco dispensadores de condones, parecidos a los de gaseosas, que el Servicio Departamental de Salud (Sedes) recibió de parte del Fondo de las Naciones Unidas para instalarlos en lugares de mayor afluencia de jóvenes y adolescentes.
En tres pasos, el ciudadano que lo requiera puede adquirir el profiláctico. Cada dispensador tiene 60 cajas de a tres condones cada una. Los propietarios de las discotecas Oasis, Babel, Rubí, Fragmentos y la terminal de buses, habilitarán en un lugar visible los cinco dispensadores, según establecieron en un contrato firmado con el Sedes.
Ramiro Boero, responsable de la Unidad Niño, Niña, Adolescente del Sedes, expresó que vieron la necesidad de colocar los equipos en lugares accesibles para evitar que los jóvenes y adolescentes estén preocupados por conseguir un preservativo en otro lugar y así poder prevenir los embarazos no deseados y la transmisión de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Otros 30 dispensadores ya fueron usados desde el 2011, según informó Boero, principalmente en 15 municipios teniendo aceptación y accesibilidad porque existe “un acceso fácil a este método anticonceptivo”.
Según Janis Sevilla, coordinadora del Comité Consultivo de Prevención de Embarazos en Adolescentes, un 27 por ciento de los adolescentes entre 12 a 18 años en Bolivia afirman ser activos sexualmente, pero sólo un 6 por ciento utiliza un método anticonceptivo.
Sevilla mencionó que estos datos corresponden a un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) e indica que actualmente de todos los embarazos que hay en Bolivia un 26 por ciento se da en adolescentes.
“Los jóvenes están predispuestos a tener relaciones sexuales influenciados por el alcohol y de esta forma estamos haciendo que se elimine la barrera al acceso a los métodos anticonceptivos”, aseguró Sevilla.
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