Después de registrarse, el fin de semana, un hurto en un local de remate en el que dos personas fueron víctimas de garzones, la Policía descubrió que el local se trataba de El Caballito que reabrió por octava vez aun cuando debería estar precintado. La Fiscalía, la Alcaldía y la Policía deslindan responsabilidad sobre la reapertura de ese boliche.
El local de remate, ubicado en Villa Fátima, fue clausurado en julio del año pasado luego de que Luis Campuzano perdió la vida en el lugar al recibir un tiro por la espalda de parte de un policía que estaba en el sitio.
En esa ocasión, el Ministerio Público y el gobierno municipal intervinieron y dejaron precintado el lugar.
“Yo no ordené ningún desprecintado del local porque el caso sigue en investigación. No debería funcionar”, aseveró el fiscal Carlos Fiorilo quien indaga el homicidio del año pasado.
Contó que los administradores del bar de remate pidieron en reiteradas oportunidades su reapertura, pero la justicia no dio curso a esas solicitudes.
El intendente, Mauricio Ruiz, dijo que el gobierno municipal tampoco dio la instrucción del desprecintado. “No se dio ninguna orden porque (el bar) no tiene licencia de funcionamiento”.
Explicó que para que la Alcaldía clausure el local, se lo debe encontrar en funcionamiento. “Es complicado porque se sabe que es un local que tiene medidas de seguridad bien establecidas”.
Desde 2008, la Intendencia Municipal realizó al menos siete allanamientos y procedió al cierre del boliche. Tras un año del homicidio, se procedió a su reapertura fuera de las normas establecidas.
La autoridad edil anunció que se tomarán medidas en el caso junto con el Ministerio Público.
El último caso se conoció recientemente. La Policía detuvo el sábado a dos garzones de El Caballito que pildorearon a dos jóvenes a quienes les sustrajeron al menos 1.500 bolivianos y sus celulares.
El subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Pedro Ramos, informó que luego de ocho horas de arresto, la Fiscalía dispuso la libertad de ambos trabajadores del boliche porque no se encontraron elementos que los involucren con el hurto.
“Nosotros llegamos hasta la detención luego de recibir la denuncia de la víctima. Lo demás ya no nos compete. La clausura y reapertura es ya responsabilidad de la Alcaldía paceña”, sostuvo.
El intendente municipal recalcó que la Alcaldía no cumple tareas de la Policía o de la Fiscalía. “No somos juez ni Policía. Cumplimos funciones administrativas y nos regimos a las normas. Se tendría que hacer un operativo y otra vez decomisar los bienes del local”, aseguró.
Los vecinos del lugar denunciaron que en este año se habilitó otro ingreso a El Caballito y que funciona las 24 horas del día.
“Hay estudiantes de colegio que entran”, contó una de las vecinas de la zona.
Datos del inmueble
Propietario Ernesto Córdoba, el dueño del inmueble donde funciona El Caballito, anunció en 2012 que habilitaría el espacio para que funcione un local de fiestas infantiles, ante las constantes denuncias de que en ese lugar se cometían actos inmorales. Este medio lo llamó ayer, pero no respondió su teléfono celular.
Administración El boliche estaba a nombre de Omar Zelaya; sin embargo, hasta la fecha no se conoce a ciencia cierta quién es el verdadero dueño o administrador del local. Autoridades ediles y de la Policía coincidieron el año pasado en que la gente que está a cargo del funcionamiento del bar de remate tiene poder para mantenerlo abierto siempre.
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