El centro de expendio de bebidas alcohólicas “El Caballito”, ubicado en la zona de Villa Fátima, fue clausurado ayer, por octava vez, a raíz de una denuncia, en su interior existirían ‘pildoritas’ para engañar a la gente.
La Intendencia Municipal en coordinación con la Fiscalía y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) realizaron ayer un nuevo operativo de clausura luego de recibir denuncias de los vecinos del lugar.
La Fiscalía infirmó que se tramita una sanción para decomisar definitivamente los bienes de este bar y como prueba dejaron nuevamente un precinto correspondiente. Esta acción fue realizada a raíz de la apertura que se habría realizado el fin de semana, incumpliendo la clausura que ya tenía, según el intendente Mauricio Ruiz.
“Anoticiados que este local habría abierto sus puertas este fin de semana y no habiendo instruido el desprecintado, por parte de la Fiscalía y por parte de la Alcaldía, es que nos constituimos hoy (martes) al mediodía a realizar un nuevo precintado del local y, fundamentalmente, a emitir un formulario de fiscalización municipal”, dijo el Intendente.
Este formulario permitirá que la Subalcaldía Periférica inicie el trámite sancionatorio de manera inmediata, que será aplicada en caso de una nueva apertura. Dicha sanción consistirá en el decomiso definitivo de todos los muebles, equipos y otros bienes que permiten el funcionamiento de este local.
Así se garantizará que este local no incurrirá nuevamente en la apertura y funcionamiento ilegal, porque ya tiene una orden de clausura emitida el 2009 por la venta de bebidas alcohólicas.
Según la Alcaldía, “El Caballito” no cuenta con autorización edil para su funcionamiento legal. Después de notificaciones y una serie de advertencias, se ha intervenido unas siete veces desde el 2008, pero igual seguía en funcionamiento hasta ayer.
El bar pertenece a los hermanos Ernesto y Luis Fernando Córdoba Santiváñez, quienes desde hace más de una década administran el negocio. Ernesto y Luis Fernando son investigados por el caso de la muerte del empresario Jorge O’Connor D’Arlach el 27 de enero del 2009.
El Ministerio Público estableció que en “El caballito”, Ernesto Córdoba y dos presuntos atracadores de apellido Rodríguez planificaron el atraco contra O’Connor de acuerdo con indicios encontrados en el bar.
A pesar de las investigaciones que se hicieron al local nocturno, que atiende a partir de la madrugada hasta horas de la tarde, seguía funcionando en la zona de Villa Fátima y con su clausura fueron ocho veces que se realizó su suspensión.
El abogado de los propietarios, doctor Tapia, aseguró que sus clientes (los hermanos Córdova) tienen todos los documentos del local “en orden” y aseguró que durante el proceso se presentaron todas las pruebas y por lo tanto “no hay nada más que investigar
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