El café reina en Abita, por lo que esparce – a sus anchas- su característico aroma. En el salón, decorado con muebles italianos, la música bossa nova de fondo y la nutrida carta de especialidades te invitan a pasar un momento de esparcimiento de primera clase.
En Abita son especialistas en la preparación del café italiano Illy, que combina y exalta lo mejor de los granos extraídos de Kenia, Etiopía, India, Guatemala, Colombia, Brasil, El Salvador, México, Costa Rica, Panamá y Honduras. La presentación también tiene sus méritos, pues es tan exquisita y delicada como su sabor.
Hay 10 variedades distintas de café caliente en la carta, siendo el capuccino el recomendado. La taza viene acompañada por una galleta de chocolate, que se convierte en un delicioso punto final. En el menú de bebidas calientes también se destaca el mocaccino, que lleva chocolate, vainilla y crema chantilly, en una base de café espresso.
El café frío asimismo tiene su espacio. El tiramisú, que lleva galletas trituradas en el fondo, es un ‘must’, al igual que el Illycrema, una crema de café que se sirve frappeada y que viene en distintas presentaciones. Te recomendamos pedir el Nuvola, que resume en una taza lo mejor de estos dos ‘mundos’.
La carta de Abita incluye dulces, paninis y crostonis, que merecen un capítulo aparte… aunque, si le preguntás a Marco Sandetti, el propietario, te sugiere que acompañés cualquier bebida con el Corneto Siciliano, una media luna caliente rellena con helado de vainilla.
La experiencia es digna de repetición... así que aprovechá que podés pedir el café para llevar, o adquirilo, para darle tu toque personal
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