miércoles, 5 de agosto de 2015

Tarija Negocio de carros de comida rápida prolifera en la ciudad



La comida rápida móvil es un negocio sobre ruedas que está implantándose con éxito en la ciudad de Tarija, y según afirman es la evolución de los tradicionales “carritos sangucheros” que eran los principales puntos de comida rápida hace un tiempo atrás.

Este tipo de negocio, ahora se lo puede apreciar en inmediaciones de las plazas, parques, discotecas y eventos públicos.
El País eN realizó un recorrido por las calles y pudo encontrar una gran cantidad de vehículos, tipo caravana, algunos readaptados para esta función y otros diseñados exclusivamente por empresas metalúrgicas; estos últimos, con diseños más compactos para aprovechar el reducido espacio para maximizar sus funciones.
Los precios de los productos que venden los negocios sobre ruedas, en algunos casos son más accesibles que los que se encuentran en restaurantes, y por ello, muchos de los que asisten a plazas, parques e incluso discotecas, prefieren adquirir uno de los sándwiches o pizzas que venden, en vez de ir a buscar la comida a un restaurant.
José María M., propietario de uno de estos carros, explicó que los gastos que se realizan son menores en relación a si montaran un restaurante. Recordó que su emprendimiento gastronómico establecido antes sobre la avenida La Paz, tuvo que cerrar por la falta de ganancias y responsabilidades impositivas. Ante esta situación optó por un puesto móvil.
Dice que optó por esta decisión, pues al tener un carro para venta de comida rápida, no se invierte en personal de trabajo, no se pagan alquileres, ni impuestos, como lo hacen los restaurantes, por lo que muchos propietarios están optando por un carro de comida rápida. Esto también pasa por el vacío legal que hay actualmente y que ocasiona que el sector esté exento de pagos.
Sin embargo, Marha B., también propietaria de un carrito mediano de venta de comida rápida, explica que ella tiene licencia de funcionamiento y está inscrita al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), habiéndose adscrito al régimen simplificado. Afirmó también que cumple con el registro sanitario del Servicio Departamental de Salud (Sedes).
Consultada sobre los réditos del negocio, explica que por día se invierte entre 400 a 500 bolivianos, siendo la carne una de las inversiones más altas que realiza; detalló que se precisa de dos a tres kilos de carne, 50 bolivianos de pan, papas, verduras, y algunas salsas. Dijo que de esta inversión se llega a recuperar hasta el 100% de la inversión.
“Muchos vendedores están optando por estacionarse en el Parque Bolívar”, afirma, y es que según dice, esto sería porque diariamente asiste gran cantidad de personas al lugar. Según su lógica, es uno de los lugares más concurridos de la ciudad, por lo que la probabilidad de venta es mayor.
Sobre el tema, el propietario del restaurante Guadalquivir, Iván Arenas, dijo que la informalidad que se tiene en el sector es beneficiosa para emprender; pues explicó que con un restaurant se está sujeto al Ministerio de Trabajo, Impuestos, Senasag, Sobodaycom y otros, implicando gastos adicionales que reducen los ingresos. Pese a esto, admitió la competencia desigual que representan los carros de comida rápida, y dijo que mantiene la esperanza de que las autoridades normen el control respectivo sobre ellos.

Control municipal

El director de Ingresos del Gobierno Municipal, Erick Montaño, explicó que la incursión de este rubro en Cercado es reciente, y por ello ya se está viendo la manera de normar, a pedido de muchos comercios legalmente establecidos, los controles de las entidades encargadas.
Montaño admitió que estos puestos están proliferando, por lo que adelantó que a mediados de agosto se realizará un levantamiento de datos para conocer la cantidad de carros de comida rápida existen. Posteriormente se realizará la notificación, para adecuarlos a una licencia de funcionamiento, dándoles un plazo perentorio para que obtengan su licencia en base a la ley municipal.
Explicó que “en algunos casos están pagando canchaje”, pero al haberse incrementado el número, deberán adecuarse a la normativa. Pese a este panorama, Montaño remarcó que los asiste el derecho al trabajo, por lo que la medida no va enfocada en sentido de coartarles el derecho.
“Están en todos lados, antes habían unos cuantos. En Tarija, por ejemplo, se los ve en la plazuela Sucre, en el Parque Bolívar, se estacionan afuera de las discotecas, también se vio alguno en la plaza del Periodista, en el mismo barrio Juan XXIII. Una vez cuantificados vamos a realizar el seguimiento para tener ya un panorama claro y hacer que cumplan la ley como todos los rubros”, explicó.

Datos para montar un puesto móvil de comida

Según las fuentes consultadas, lo importante es saber qué se va a vender, para lo cual es necesario realizar un estudio de mercado, evaluar la inversión y los ingresos, para luego diseñar una marca, y finalmente tomar en cuenta, que tarde o temprano deberán regirse a una normativa municipal y sanitaria. Es importante, establecer precios competitivos y elaborar una estrategia. La inversión en el carro móvil es variada: los hay desde aquellos que pueden ser empujados por una persona, desde los 700 a 1000 bolivianos, hasta los remolcables que cuentan con llantas, muelles, estructura de acero inoxidable y otros, que se ensambla a un vehículo y cuestan desde los 1.000 a 2.500 dólares.

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