Las cantinas clandestinas se caracterizan por funcionar sin autorización de la comuna y no respetan los horarios establecidos para el expendio de bebidas alcohólicas, señaló el intendente municipal capitán Israel Marca.
La autoridad dijo que estos sitios se dedican a la venta de alcohol adulterado, y por esta razón también incurren en delitos de atentado a la salud pública.
Detalló que muchos de los bares operan en domicilios particulares o disfrazados como lugares de expendio de comida, como ser restaurantes y snacks.
Marca indicó que en lo que va del año se clausuraron 200 cantinas ilegales, pero muchas vuelven a reabrirse. Identificó a cinco de estos negocios que fueron cerrados en al menos 15 ocasiones en lo que va del año, pero sus dueños vuelven a abrirlos.
Sanciones definitivas
El comandante regional de la Policía de El Alto, Julio Cordero, señaló que el principal obstáculo para cerrar definitivamente estos lugares es que tanto las autoridades policiales como de la Alcaldía no tienen una norma legal que permita sancionar a los dueños de las casas donde funcionan los bares.
“Los clausuramos (a las cantinas ilegales) y los reabren, pintan las fachadas para volver a atender. Estos bares clandestinos siempre serán focos de inseguridad y centros de reunión para planificar actos delincuenciales, por eso es necesario eliminarlos definitivamente”, puntualizó.
En el Concejo Municipal se debate un proyecto de ley que establece sanciones de entre Bs 10.950 y Bs 21.952 para propietarios de bienes inmuebles que alquilen predios para el establecimiento de bares ilegales.
El proyecto de ley plantea estas multas con el objetivo de disminuir el consumo de alcohol en la población, a través de una sanción para los propietarios de bienes inmuebles que permitan o admitan la instalación de establecimientos o locales clandestinos de expendio y consumo de bebidas alcohólicas.
Sin embargo, la normativa fue observada y el concejal proyectista Javier Tarqui está subsanando las observaciones realizadas por el pleno del Legislativo.
El Intendente también expresó su preocupación porque desde la Guardia Municipal sólo les queda clausurar cuantas veces sea necesario y decomisar todos los muebles y elementos encontrados en la cantina.
Señaló que al parecer estas medidas no causan el suficiente perjuicio a los dueños de estos sitios, porque las pérdidas por una clausura son inferiores a lo que ganan operando de manera clandestina y vendiendo bebidas alcohólicas adulteradas.
Según datos de la Intendencia, un dueño de bar ilegal llega a ganar entre Bs 500 y Bs 4.000 por día.
Locales legales
Según los datos del Gobierno Municipal de El Alto, hasta 2016 se otorgaron licencias de funcionamiento a 282 negocios autorizados para la venta de bebidas espirituosas.
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