Saturday Night Fever (Fiebre de sábado por la noche), protagonizada por John Travolta, se había estrenado en 1977. La historia del personaje principal Tony Manero (Travolta), un joven vendedor de una tiende de pinturas que los sábados por la noche se transformaba en la estrella de la pista de baile de la discoteca Odisea 2001, había encantado a los jóvenes paceños de entonces, que se embarcaron en la aventura de montar una fiebre de sábado por la noche para La Paz.
El llamado a llevar la batuta fue un grupo de empresarios y una movida de jóvenes fanáticos de la música disco que desde inicios de 1970 formaba parte del cuerpo de baile de Gente linda, el único programa musical televisivo de la única estación de televisión de Bolivia, el canal estatal. El programa estaba dirigido por el ya fallecido Jhonny Dávila, un actor de teatro "que cambió la forma de hacer televisión en el país”, dicen los que lo conocieron.
"Saturday Night Fever fue un movimiento mundial, causó una fiebre mundial”, justifica Juan Carlos Nemtala, uno de los impulsores de la onda disco.
El gran Hipopótamo
"La discoteca fue la que generó el boom de la música disco en La Paz, la discoteca con esa bola de cristal, como la de la película, fue el ícono”, asegura Nemtala. Y esa discoteca fue Hipopótamo, ubicada en la calle 12 de Obrajes, hasta donde llegaban cientos de jóvenes para perderse en el ritmo y la cadencia de la música disco.
"La vigencia, el éxito de la discoteca, se la media por la humedad que se sentía en el lugar. No se paraba de bailar. La gente hacía fila para entrar”, recuerda Víctor Hugo García, otro de los que, junto a Jhonny Dávila y Juan Carlos Nemtala, impulsó la fiebre del sábado por la noche en La Paz.
"Entrar a la discoteca era un privilegio. Siempre estaba llena, la gente hacía fila, esperando una oportunidad para ingresar”, añade Roxana Torrico, también parte del cuerpo de baile de Gente linda, que además se casó con Víctor Hugo García.
Y es que para atraer a la clientela, los empresarios que montaron Hipopótamo la convirtieron en el doble de la discoteca de Fiebre de sábado por la noche. Importaron de Estados Unidos una pista idéntica a la de la película y trajeron la gran bola de cristal que giraba encima de la pista.
Como John Travolta
Al igual que en la discoteca Odisea 2001, donde Travolta era la estrella, en el Hipopótamo se organizaban concursos de baile para imitar al ícono de la música disco. A las competencias se inscribían decenas de jóvenes que representaban prácticamente a todos los barrios de la ciudad.
"Las parejas se inscribían al concurso y traían dos, tres parejas de apoyo, porque el baile era imparable. Era bellísimo ver el esfuerzo para igualar a John Travolta”, cuenta Víctor Hugo.
"Había un chico de Alto Obrajes que era idéntico a Travolta y bailaba idéntico”, añade Nemtala, que en los inicios del Hipopótamo fue ayudante del primer DJ del lugar.
Y alrededor de los bailarines las barras se deshacían gritando y animando a sus representantes, elevando con sus saltos y gritos la temperatura de la brillante pista.
Los concursantes se juntaban en grupos y antes de presentarse en la discoteca se preparaban con semanas de anticipación para detallar y afinar sus pasos, coreografías y vestimenta.
Moda y glamour
"Los trajes eran brillantes. Pantalones apretados con botapies acampanados, camisas o blusas muy apretadas en colores intensos y zapatos con terraplén. Esa era la tendencia de la mayoría de los concursantes”, rememora Patricia Gutiérrez, parte del cuerpo de baile de Gente linda, que años después se convirtió en bailarina profesional y se casó con Juan Carlos Nemtala.
Para lucir esa moda muchos recurrían a familiares que radicaban en Estados Unidos u otros países. "Los medios de comunicación no tenían la inmediatez de hoy y no se tenía internet, así que la moda llegaba a nuestro país con cierto retraso, por lo que teníamos que recurrir a conocidos que estaban afuera”, añade Patricia.
Lo mismo pasaba con la música. Juan Carlos Nemtala cuenta que, en su caso, también recurría a familiares o conocidos de otros países, y que cuando tenía la oportunidad de salir de Bolivia buscaba por todas partes los últimos hits.
Recuerda que durante un viaje a Perú, en un local poco atractivo, escuchó por primera vez Gloria, de Umberto Tozzi, y compró ahí mismo una copia de la canción. Al regresar a Bolivia puso el disco en el Hipopótamo generó furor. "Le rogué al dueño del lugar que me vendiera la copia. Fue un éxito, y años después ese éxito se multiplicó con la versión de Laura Branigan”, afirma.
En las paredes del Hipopótamo quedaron cientos de historia de música, brillo, amor y amistad de toda una generación que aún se expresa del lugar con admiración y nostalgia. Hoy, la discoteca se ha convertio en una iglesia.
Gente linda, una idea de Jhonny Dávila
Jhonny Dávila es recordado por su generación cómo un "fanático de la música disco” que cambió el estilo de hacer música y televisión en Bolivia. Muy joven, a inicios de 1970, viajó a Estados Unidos, desde donde regresó con grandes ideas que puso en práctica, como el primer programa musical de televisión, Gente linda.
Víctor Hugo García, uno de sus amigos, recuerda que Jhonny llegó con la convicción de realizar un programa musical similar al de los hermanos Osborne, en Estados Unidos, pero acá tropezó con una gran limitación: la falta de videos.
Aún así creo Gente linda, un espacio que se pasaba los sábados, a las 19:00, en el canal estatal, en el que los jóvenes podían disfrutar y enterarse de los últimos éxitos musicales del mundo.
Para superar la carencia de videos, Dávila se ingenió creando un cuerpo de baile de chicas y chicos vestidos de luz y fantasía que interpretaban las canciones con pasos y coreografías,
"Para cada canción Jhonny imaginaba unos pasos, una coreografía y un vestuario, y poníamos todo en marcha”, recuerda Patricia Gutiérrez, una de las chicas que era parte del cuerpo de baile de Gente linda.
"No importaba el color de la ropa porque la televisión era en blanco y negro. Eso sí, teníamos que vernos uniformes en el tamaño. Recuerdo que como era una de las más altas, decidieron cortar los terraplenes de mis zapatos”, añade Roxana Torrico, otra de las chicas del grupo.
Fueron parte de Gente Linda Juan Carlos Nemtala, Henry Dueri, Coco España, Nelson Mendoza, Javier García, Víctor Hugo García, Ricardo Rojas, Amelia Paz, Patricia Gutiérrez, Pilar Vela y otros jóvenes de la generación de los 70.
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