El intendente municipal, Carlos Valencia, informó que tras verificar la denuncia, acudieron a la pastelería Vienesa que se encuentra entre las calles Loayza y Potosí, donde la consumidora compró el pastel el fin de semana.
“En realidad ella compró cinco tortas y en plena fiesta una de las tortas tenía incrustado un cuchillo de mesa, obviamente lo tenemos en la Intendencia, es un cuchillo real, con suerte nadie mordió la torta nadie intentó comerla. Es un atentado contra la salud”, declaró Valencia.
La Intendencia se trasladó ayer hasta la calle Potosí, esquina Loayza, lugar de donde adquirieron la torta. La pastelería que debió ser verificada por los efectivos municipales se encontraba clausurada por Impuestos Nacionales.
“Vinimos a constatar y está clausurado, una vez que se haga la apertura igual haremos el control porque tenemos la torta como muestra, como indicio que se vendió en este lugar, además tenemos la factura, que es importante”, indicó.
Aclaró que antes de hablar de sanciones, primero se debe corroborar que la torta se haya vendido en la pastelería que la consumidora señaló, explicó que la Alcaldía realiza las acciones administrativas municipales que corresponden.
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