El café es uno de los sabores más cautivadores del mundo. Será su aroma, el cuerpo, la textura o simplemente el momento que se vive con una taza entre las manos; pero indudablemente, es una de las delicias más buscadas por los habituales consumidores.
Andrea Gabriela Vía Rico, cochabambina de nacimiento, alcanzó el éxito dentro de su profesión cuando apenas terminó la carrera de arquitectura y se especializó en restauración. Su profesión la llevó por distintas ciudades de Europa, Japón, Argentina, Chile, Perú, por nombrar algunas. Fue así que poco a poco comenzó a conocer y profundizar su gusto por el café y terminó enamorándose de él y de las distintas fragancias que se crea en base a este producto.
Esta experiencia la llevó a incribirse en Universidad Le Cordon Bleu Perú, en la Escuela de Café, donde obtuvo el título de Café Barista - Experto.
“Un barista es el profesional especializado en el café de alta calidad, que trabaja creando nuevas y diferentes bebidas basadas en este producto”, asegura Ana Gabriela.
“Volví a mi tierra de vacaciones y sin querer comencé un sueño postergado e incluso impensado. Decidí quedarme a abrir mi propio negocio junto a mi socia, y hermana Cecilia” asegura Vía Rico.
Así también tendría la posibilidad de disfrutar y crear nuevas propuestas con el café boliviano y disfrutar de su familia. “Nuestro café es especial, no solo porque es cultivado en nuestra tierra, sino porque tiene otras muchas fragancias y a más de un experto se ha quedado con ganas de seguir estudiando y trabajando con él”, asegura Vía Rico.
Es así como surge “La Cafettera”, un pequeño espacio, impregnado del aroma de esta semilla, que no solo ofrece el delicado líquido sino un espacio para relajarse, compartir y disfrutar de fina pastelería, ubicado en la calle Aniceto Padilla y la avenida Potosí.
Durante su estadía en Japón Vía Rico tuvo la oportunidad de estudiar el té, y es por ello que también se puede disfrutar de una rica taza de de té, con sus propias creaciones.
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