El delicioso sabor de la comida italiana que ofrece la pizzería Da Vinci, surge por la pasión a la comida que tienen Ariel Sandoval y Raquel López, propietarios de la pizzería.
“Comenzamos con la ayuda de un amigo que prepara pizzas y nos enseñó a hacerlas, es así que decidimos abrir la pizzería sin ningún conocimiento “oficial”. El nombre Da Vinci nace por el lado artístico de mi esposo que fue el creador de los muebles desde los fierros, el bar y los dibujos hasta las lámparas... Toda la decoración estuvo hecha por nosotros”, cuenta López.
EL MENÚ
“Tenemos las pizzas con nombres de artistas porque hemos querido usar el mismo concepto en todo el restaurante. Nuestros clientes ya se han familiarizado con los nombres, tenemos la pizza Leonardo Da Vinci, Pablo Picasso, Mamani Mamani y además ofrecemos las pizzas clásicas como la de jamón y queso, cuatro quesos y margarita. Por otra parte tenemos las pastas que también son deliciosas. Nos especializamos en la lasaña y tenemos variedad de salsas que son Al Pesto, Carbonara, Boloñesa y Puttanesca”, dice la pareja.
La pizza Pablo Picasso es una de las favoritas de los clientes: Se trata de una pizza vegetariana que lleva alcachofas, champiñones, aceitunas verdes y tomates secos. “Tenemos como siete pizzas especiales que no hay en otros lugares, por ejemplo la Mamani Mamani, que no lleva salsa roja sino crema de leche, papa andina (que es morada) y tocino con cebolla”, explica López.
“Algo que también marca la diferencia de Da Vinci son los licores que son hechos por la casa y preparados por nosotros, son macerados de tres a seis meses y son servidos en el trencito de chupitos que es una creación que viene en un arbolito donde ponemos cinco sabores de shot”, indican los propietarios.
La pareja está pendiente del restaurante para ofrecer la mejor atención a sus comensales, por ello son muy exigentes con la calidad para tener productos frescos y ofrecer siempre el mejor servicio.
“Las recetas de las pizzas son italianas, las hemos ido ambientado, haciendo muchas pruebas, y ahora son obras de arte”, aseguran.
“Tratamos de que los ingredientes sean totalmente naturales y ofrecemos pizzas a la leña y lasañas. Asímismo vamos a incursionar próximamente con lasañas de todo tipo, de trucha y vegetarianas, para así abrir un mercado nuevo que no hay en Cochabamba”, explica Sandoval.
“Los jugos son hechos en el día, con pulpa fresca porque nos gusta que todo sea fresco. Nuestro siguiente paso es terminar de hacer nuestro vivero, que ya está por montarse para que todo sea orgánico”, dice López.
DECORACIÓN Y AMBIENTACIÓN
“Todo estuvo a cargo de mi esposo con mi ayuda y la de mi suegra. Tenemos réplicas de las pinturas de Picasso, distintos dibujos que vamos cambiando todo el tiempo. Las lámparas son hechas de botella con alambre de amarro; las sillas, los sofás y las mesas son recicladas y tenemos espacio para 30 o 35 personas. En cuanto a la decoración tratamos de que todo sea reciclado para darle un toque diferente, es una mezcla de rústico y minimalista con toques de colores”, dice Sandoval.
“Nuestro concepto es artístico, a diferencia de otras pizzerías y nos encanta la música. Siempre ponemos jazz y nos hemos dado cuenta que el 50 por ciento de nuestros clientes son músicos de la filarmónica, y de distintos grupos de Cochabamba, y siempre que vienen nos felicitan por la música que ponemos”.
Entre los planes a corto plazo de Da Vinci está el ampliar la parte de arriba de la pizzería y abrir una sucursal de pizzas para llevar. Los horarios de atención de la pizzería Da Vinci son de 18:00 a 00:00 de lunes a sábado.
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