jueves, 20 de septiembre de 2012

Cómo pedir en restaurantes

¿Sientes pavor por comer fuera de casa? Conciliar tu vida social con la dieta siempre resulta un reto. Pero si piensas que la única solución para no pecar en tu dieta es encerrarte en tu casa como ermitaña, pues te equivocas. Es perfectamente viable mantener unos hábitos saludables de alimentación y salir a comer fuera, cuantas veces quieras. Lo único que necesitas es una guía para esquivar los elementos prohibidos de los menús sin sacrificar las salidas con amigos.

Hoy, los restaurantes preparan platos de forma específica o permiten pedir cosas que no están en carta para colaborar con las necesidades dietéticas del cliente. Lo cierto es que cada vez más restaurantes procuran adaptarse a las necesidades de quienes no quieren engordar.

Sin hambre. No llegues con hambre al restaurante, pues luchar contra las tentaciones cuando se tiene mucho apetito resulta imposible. Por ello es imprescindible hacer un pequeño snack antes de salir a comer; una buena opción es un caldo vegetal para llevar el estómago lleno.

¿Aperitivo? Si optas por un aperitivo dile sí al jamón, a las aceitunas, las almendras, las nueces, las gambas, los mejillones, ostiones, salmón… Pero huye de las papas fritas, croquetas, hojaldres y rebozados. En cuanto a la cesta de pan, ni la mires.

¿Un trago? Para beber, siempre es mejor el vino tinto o blanco que la cerveza y nada de margaritas y daiquiris como aperitivo.

¿Lo mejor? Opta por agua. Si optas por el vino, no te pases de dos copitas por comida.

Para compartir. Si tus amigas decidan compartir platitos para picar, no te dejes llevar por lo que pidan ellas. Pide un platito para ti; espárragos, setas a la plancha, jamón, mariscos, pollo... No te comas la croqueta de tu amiga. Recuerda que todo cuenta.

A un lado. Pide la salsa aparte y aliña la ensalada tu misma con aceite de oliva, limón, vinagre, y hierbas. Y es que los aliños cremosos que suelen servir en los restaurantes son altísimos en grasas y calorías. De esta manera podrás controlar la cantidad de calorías que entran a tu cuerpo. Pero no comas más de dos cucharadas soperas de aceite.

Lunch time. Si sales a medio día está permitido pedir un plato de carbohidratos como pasta o arroz, y si lo haces es mejor cocinado con verduras. Lo que sí, no comas pan… solo un carbohidrato. En días que optes por esto… nada de postre.

Proteínas, tus aliadas. Opta por carnes, pescado, pollo o huevos cocinados de forma sencilla, como un omelette de verduras, tanto a la hora de almuerzo como de la cena.

Invitada en casa. Si estás invitada a comer o hay un menú prefijado y no puedes elegir, identifica los elementos que puedas evitar como las papas fritas, o cualquier fritura, el pan, la tarta de postre, carnes con cremas… Si sabes que tendrás una cena de este tipo, prevelo un día antes y después compensa el exceso comiendo carne, pescado o pollo y de manera liviana.

Cuidado con los postres. Algo típico de chicas: compartir varios postres. Una cucharadita de esto y de lo otro puede resultar peligrosísimio, pues al final sin darte cuenta, te has comido toda la carta de postres. Si hay que elegir, lo mejor es la fruta de temporada o un sorbete de limón.



QUICKIE

¿Ganas peso sin razón aparente? Los bajos niveles de vitamina D, magnesio o hierro afectan Sistema Inmunológico y te hacen sentir falta de energía, que suele compensarse con cafeína, dulces o carbs… que te harán engordar.

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