Sus propietarias, las hermanas Elizabeth y Sonia Costas, materializan así un sueño concebido hace muchos años, de extenderse más allá de la Choricería del Mercado Central, con la intención de ofrecer un lugar más cómodo y distinguido a sus habituales clientes.
El chorizo chuquisaqueño, el mondongo, el asado de chancho y el choripán son los platos que se puede encontrar en esta nueva apuesta gastronómica en la ciudad.
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