sábado, 19 de diciembre de 2015

Experiencia. Sabor Clandestino invitó 6 platillos en Cotahuma



El aroma a pinos recibió a los visitantes en el parque Lak’a Uta de Cotahuma, donde el artista y chef Sabor Clandestino (Marco Antonio Quelca) ofreció ayer Cascándole: un recorrido gastronómico que fundió arte contemporáneo con gastronomía.

Seis fueron las estaciones. La primera llegó luego de una empinada caminata. La anfitriona, Lucía Trujillo, explicó cómo surgió el parque luego de los deslizamientos de 1996, cuando el sector fue declarado camposanto y se plantaron árboles para hacer más fuerte a la tierra. Ahí llegó el entrante: helado de wallake con chicharrón de piel de pescado, llajwa gelatinizada y chips de chuño.

Siguió la caminata hasta una mesa de vidrio donde se sirvió el resto de platillos: El huerto de la abuela (con verduras de Río Abajo, en diferentes tipos de cocción), el ají de tripeo (tripitas al estilo del ají de fideo), Pachamamita (filete de llama con requesón en una cama de crema de chuño y humeante k’oa), La desaparición (un postre que deconstruye el api) y un sorbete de eucalipto, el mismo que sostiene a la tierra, para clamar el hambre de los achachilas.

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