De los negocios de antes, dentro del rubro de la gastronomía en Santa Cruz de la Sierra, aún quedan muchos que han crecido a la par de la ciudad. El Día recorrió diversas zonas en la capital cruceña y pudo identificar seis puntos (ver fotografías) que aún se mantienen vigentes, ofreciendo sabrosos entremeses y platillos al vecino y turista. Pese a que algunos de estos locales tienen más de 50 años, sus propietarios han sabido transmitir de generación a generación las recetas para mantenerse a través del tiempo.
Mantener las recetas es la clave. Para Elvio Callaú, miembro de la Federación de Fraternidades Cruceñas, estos negocios van a continuar mientras sus propietarios continúen con las mismas recetas, "porque ese es el plus para que la gente vuelva a estos locales", destacó don Chuny, como también se lo conoce.
De los negocios de antaño que recuerda esta la salteñería Cocheros, que en una primera instancia estaba al frente de Cotas. "Luego había una ventita que vendía refrescos a los alumnos del colegio que quedaba ubicado sobre la Ballivián y Chuquisaca, ahora ese negocio, "Jugos Cabrera" es una gran fábrica que se ha consolidado", comentó Callaú.
Agregó que se tiene el barrio Obrero, ubicado en la zona del Cementerio, donde aún en horas de la noche se continúa vendiendo majadito y locro. "Queda atrás de donde era o es radio Centenario, es un lugar importante al cual siempre acudo cada vez que quiero comerme un buen plato tradicional", destacó.
Finalmente, dijo que es importante que estos negocios mantengan sus menús, para que las tradiciones no se pierdan. "Es, como por ejemplo, que nosotros como Federación de Fraternidades no queremos que se pierdan nuestras tradiciones y es por ello que incentivamos en los más pequeños a jugar enchoque, volantín o trompo, entre otros juegos tradicionales", comentó.
La importancia de la migración. Pero además de los negocios tradicionales locales, están también los que llegaron del interior del país y se consolidaron en la capital. Para Inés España, presidente de Gastrocruz, la migración de personas del interior hacia la capital cruceña ha ayudado también a que estos negocios de comida perduren en el tiempo. "Por ejemplo el restaurante Doña Natty, donde se cocina comida chuquisaqueña, está lleno de personas de ese departamento, y es como si ellos sintieran que quieren recuperar un pedacito de su región", comentó.
Negocios
El restaurante más antiguo del mundo está en España
Sobrino de Botín, restaurante fundando en 1725, es considerado el negocio culinario más antiguo del mundo, según los Guinnes Records.
El mismo se encuentra situado en Madrid, España, y fue abierto por el francés Jean Botin. En 1930 el negocio pasó a la familia González Martín quien todavía regenta el local. Figuras como Goya, Hemingway o Truman Capote, pasaron por las instalaciones del restaurante.
Sus especialidades se fundamentan en la cocina madrileña. Uno de los platos que más ofrecen son los asados castellanos, el cochinillo asado y cordero asado. Sus sopas también son bastante famosas.
Mercado Nuevo
Doña Asunta Gutiérrez
Experta en hacer el tujuré
Cuenta que tiene que estar en su puesto en el Mercado Nuevo, "porque cuando falto mis clientes me tratan al día siguiente", rescató. Comenzó a trabajar a los 17 años, y ahora tiene cerca de 75. "Mis padres fallecieron cuando era muy joven, entonces tuve que buscar trabajo y pensando me dije: '¿y si vendo tujuré?'. Entonces me hice enseñar con doña Concha, quien hacía tujuré en Los Pozos, y así aprendí", destacó la comerciante. Agregó que al principio recibió la ayuda de su esposo, "antes el maíz había que molerlo en el tacú, ahora hay máquinas que ayudan en el proceso", comentó.
Centro Histórico
Luisa Nogales
Somó para el transeúnte
Durante 30 años, miles de personas se refrescaron con los somós y mocochinchis que vendían en la intersección de la Junín y España. Teresa Cossío de Nogales, propietaria y quien preparaba estos tradicionales refrescos, falleció el año pasado, así que el negocio pasó a dos de sus hijas: Luisa Nogales, quien se dedica a la administración del negocio y preparación de los jugos, y Aima Nogales, que se encarga de las ventas. "Vienen un montón de turistas, entre extranjeros y nacionales, a disfrutar de nuestros refrescos tradicionales", contó Luisa, quien agregó que hace unas semanas se encuentran en una nueva ubicación, sobre la misma calle España.
Siete calles
Isaura Albórnoz
Prepara un rico asado colorado
Los asados colorados de las Siete Calles tienen cerca de 50 años y son toda una tradición para los comensales de esa zona. "El negocio viene de familia, lo comenzó la hermana de mi madre, Pastora Quiroz, quien traía los asaditos de Vallegrande, junto con los quesos, huevos y los servía acá. Luego la posta fue tomada por mi madre, Romelia Quiroz", contó Isaura Albornoz, quien ahora ha heredado el negocio familiar, en el cual personalidades como el alcalde Percy Fernández o la cantante Gladys Moreno pasaron a degustar sus delicias. El negocio está ubicado en la calle Vallegrande, zona de las Siete Calles, y funciona de 6:00 a 22:00.
Doña Choca
Fanny Tapia
El tradicional pan chama
El pan vallegrandino de Doña Choca ha surtido con sus productos a miles de vecinos, que hace 38 años, transitan por las calles Vallegrande y Camiri. "Mi mamá hace más de 30 años que hace el famoso pan chama, como se lo conoce al pan de Vallegrande. Todos los días comienza a trabajar, junto a los panaderos, a las 3 de la mañana. Yo llego a las 8:30 y comienzo con otras trabajadoras a vender nuestros productos. Nos llega una cantidad específica de pan y otros productos, por hora, hasta las 15:00", explicó Fanny Tapia, hija de Octavina Paz, más conocida como Doña Choca.
Agregó que su mamá comenzó a vender en la puerta del Comercial Siete Calles, pero con el pasar del tiempo fueron trasladados al sitio donde actualmente se encuentra.
La Barca
Florinda Zeballos
Ricos platos tradicionales
Un buen plato de fricasé o un riñón al jugo, son algunas de las comidas que se pueden disfrutar en La Barca, histórico restaurante que se encuentra sobre la Suárez de Figueroa, zona de las Siete Calles. "Mi mami comenzó con el negocio que antes quedaba en la Isabel La Católica, ahí se hizo conocido por los transportistas que venían de Montero y ahora desde 1972 estamos en nuestra ubicación actual", relató Florinda Zeballos, quien junto a su esposo Jorge Caero y su hijo Carlos Caero llevan adelante el negocio familiar. Empeño y cariño es la clave para mantener el éxito del mismo durante más de 50 años.
El horno de tía
María Heidy Hurtado
Masitas para el café de la siesta
Los esposos Ubaldo Domínguez y María Heidy Hurtado, propietarios de El Horno de Tía, comenzaron con el negocio del pan en Montero hace 30 años. "Cuando cumplimos 10 nos vinimos a la Ballivián. Mi esposo era el que sabía preparar, yo fui aprendiendo y ahora somos los dos los que nos encargamos de la preparación", contó Hurtado. Agregó que desde las 8:30 están en el local alistando los productos, junto a un equipo de ayudantes. La variedad de comidas que ofrecen es amplia, pero lo que más destacan son el cuñapé, el tamal y el masaco, porque es lo que más pide el cliente. En la foto, una de las ayudantes alista un pedido.
Lalelilolu
Fela Suzano
Tortas de carne a la carta
Las tortas de carne, los revueltos de hígado y los rebosados de rapi, son los platos que más piden los comensales cuando acuden a Lalelilolu, local que funciona desde 1990 en pleno centro cruceño. "Mi mamá comenzó en el negocio de la comida hace varios años vendiendo en el estadio; a la salida de la curva de Real Santa Cruz, donde ahora está la barra de Blooming y luego continuó al frente del colegio Santa Ana", contó Fela Suzaño, propietaria junto a su marido de Lalelilolu. Agregó que las recetas las heredó de su mamá, con la que comenzó trabajando muy joven, "y ahora estamos continuando el negocio familiar".
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