En la oportunidad, los comensales se deleitaron con los platillos ofrecidos en seis tiempos.
Inicialmente se sirvió una tabla de sushi y niguiris, para continuar con otra tabla de entradas como colas de langostino rellenas, jamón serrano con higos, ostiones a la parmesana y croquetas de quinua.
Seguidamente se ofreció los platos de fondo, entre ellos ravioles de trucha ahumada; una deliciosa suprema de pollo al grill con queso Provolone, acompañado por tomates secos al sol; risotto de langostinos y espárragos con tejas de queso parmesano, le siguió un exquisito churrasco.
Entre los postres destacaron el tailandés de chicha morada y un semifredo de copoazú, ambos preparados en una fusión gastronómica que emplea técnicas de cocina europea con ingredientes andinos y amazónicos.
Una interesante propuesta que fusiona una perfecta sazón y estética en la presentación.
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