Nuestro tradicional Café de la Siesta tuvo un sabor diferente. Mientras degustábamos de los horneados típicos que habitualmente ofrecemos a nuestros invitados, en nuestra imaginación estaban el locro de gallina, el majadito, el queperí y otros platos. La explicación es lógica. Quienes se sentaron a nuestra mesa en esta cita fueron los miembros de la familia Medina, encabezada por Rosa Parada de Medina y sus hijos: Juan Carlos, Maité, Fernando y Ana Paola, los propietarios de la conocida cadena de restaurantes La Casa del Camba.
El director de Opinión de EL DEBER, Juan Carlos Rivero, los recibió y de inmediato se instaló la amena charla. Con nostalgia, Rosa Parada comentó que la idea de poner un restaurante de comidas típicas la tuvo su esposo, el desaparecido Juan Carlos Medina.
Cuando estudiaba Agronomía en Brasil, al ver los locales que comercializan platos típicos de ese país, pensó que la idea se podía repetir en su versión cruceña. Así lo hizo. Hace 26 años nació La Casa del Camba, en su conocida ubicación del segundo anillo.
La intención siempre fue la de convertirse en un referente para el turismo nacional e internacional, donde el viajero que llegara a Santa Cruz pudiera saborear las delicias de la culinaria de la región y disfrutar del ambiente, una buena atención y la música oriental. “Al comienzo hubo épocas difíciles, pero la constancia y perseverancia nos unió en familia y nos obligó a no abandonar el timón”, comentó Rosa.
“Nuestros padres nos criaron con humildad, y podemos ayudar, en el lugar que se nos necesite; si no hay quien limpie las mesas o prepare una ensalada, ahí estamos nosotros como un trabajador más, además nos gusta la cocina”, dice Ana Paola, la menor de los Medina, y la única soltera.
Actualmente la empresa familiar tiene ocho locales, dos de gran tamaño, ubicados en la avenida Cristóbal de Mendoza y en el Urubó y seis pequeños o exprés en los diferentes puntos de la ciudad. En los próximos meses planean inaugurar otros seis y actualmente dan trabajo a 300 personas.
Pero esta familia es inquieta y siempre va por más. Ya han vendido una franquicia que operará en Cochabamba y muy pronto se expandirán a La Paz.
En abril inaugurarán un restaurante dedicado a ofrecer una propuesta gastronómica distinta, a la que llamarán Don Juan Carlos, como un homenaje al esposo, padre y creador de La Casa del Camba.
De esta manera, la tarde resultó corta. Mientras el tiempo pasaba, los temas de charla se extendían. De bandas y tamboritas pasamos a los sabores típicos de la comida local.
A la hora de la despedida, el director de Opinión, Juan Carlos Rivero, les auguró éxito en sus nuevos y futuros emprendimientos.
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