Ernesto Córdoba, propietario del inmueble donde funciona el local El Caballito, prometió que, tras el último hecho de sangre registrado en el boliche el domingo pasado, que dejó a un joven de 24 años sin vida, ya no alquilará más el lugar para que funcione el polémico bar de remate.
Su abogado, Jorge Tapia, si bien reconoció que su cliente es propietario del inmueble de tres pisos donde opera el boliche, negó que Córdoba sea dueño o administre el local, que desde 2007 cambió de razón social y ahora se llama Stop.
“Se ha cursado una carta notariada al señor Omar Z. (actual administrador del bar) para que devuelva los ambientes y se pueda ver la posibilidad de alquilar para cualquier otra función que no sea precisamente para un local de remate. Es una decisión del señor Córdoba de ya no rentar para un lugar de remate”, informó ayer el abogado Tapia.
La madrugada del pasado domingo, el joven Luis Campusano, de 24 años, perdió la vida luego de recibir un disparo del subteniente de la Policía Daniel C. El hecho se registró cerca del baño del local.
Un familiar del joven fallecido señaló que Córdoba, mediante los garzones del boliche, le envió amenazas para que no involucre al local de remate en el sangriento suceso.
Ayer, Córdoba, en un breve contacto con Página Siete, se limitó a declarar que las versiones que surgen al atribuirle la propiedad de El Caballito y vincularlo con los antecedentes que tiene ese local de remate le hacen daño a su familia.
Córdoba es investigado como uno de los autores intelectuales del atraco al empresario Jorge O’Connor D’Arlach, registrado el 27 de enero de 2009. La Fiscalía estableció que en El Caballito se planificó el asesinato del ejecutivo tarijeño, lo cual destapó una trama de corrupción en la petrolera estatal YPFB, que causó la destitución y posterior condena de su entonces presidente, Santos Ramírez, otrora hombre fuerte del MAS.
Su abogado explicó a este medio que hace unos cinco años Córdoba compró la casa a Demesio V., pero que cuando se mudó a vivir ahí ya operaba El Caballito, cuyo propietario era Julio V.
Sin embargo, después de los hechos violentos que se suscitaron, Córdoba pidió que el bar sea transferido a Rudy F.; finalmente el boliche fue rentado a Omar Z., actual administrador. “El local ahora se llama Stop y viene funcionando hace tres años. Nunca fue intervenido por la Alcaldía”, aseguró Tapia.
Agregó que El Caballito dejó de existir hace siete años y que nunca perteneció a Córdoba. Dijo que actualmente su cliente ocupa el tercer y cuarto piso del inmueble con su familia y no tiene acceso al local de remate.
“Vamos a invitar a la prensa para que se pueda verificar que no puede ingresar al local , que el bar funciona en la parte inferior con un ingreso independiente”, señaló el abogado Tapia.
La Alcaldía informó que desde 2007 El Caballito no tiene autorización para funcionar. Ese año, según Tapia, el bar cambió de nombre a Stop y continuaba funcionando hasta el hecho del domingo anterior, aunque la Intendencia hizo al menos ocho operativos desde 2008 y decomisó muebles y bebidas.
Tapia afirmó que Córdoba alquila la planta baja de su inmueble para tener recursos para solventar los gastos de su familia.
Señaló que las versiones de la venta de droga y prostitución en el local de remate son falsas. Los vecinos denunciaron en las redes televisivas que el bar funciona con las puertas cerradas.
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