El bar de remate El Caballito, donde en la madrugada del domingo pasado un joven fue asesinado con un balazo, aún es de propiedad de Ernesto Córdoba, quien fue investigado por la muerte de Jorge O’Connor, en 2009. La información la dio un fiscal que dijo que el local, pese a los múltiples cierres, abre una y otra vez debido a que su propietario tiene “mucho poder”.
El boliche no tiene autorización municipal para funcionar y desde 2008 la Intendencia realizó al menos siete allanamientos y operativos. El local cerró por un tiempo, pero luego fue abierto nuevamente.
Un fiscal informó que Córdoba tiene influencias en ciertas esferas de poder que le permiten seguir operando. El individuo fue investigado por la muerte del empresario O’Connor el 27 de enero de 2009 debido a que el Ministerio Público estableció que en El Caballito fue donde se planificó el asesinato de la víctima junto con dos supuestos atracadores y que destapó una trama de corrupción en YPFB.
El representante de la Fiscalía informó a Página Siete que personas con influencias en el ámbito legal y empresarial asisten al local de remate que se abre desde las 3:00 y funciona hasta horas de la tarde los fines de semana.
El gobierno municipal de La Paz informó a los medios, a través de un comunicado, que El Caballito fue clausurado definitivamente el 15 de junio de 2007. Sin embargo, este domingo Luis Campusano, de 24 años, murió luego de que Daniel C., subteniente de Policía, le habría disparado por la espalda. Ambos se encontraban bebiendo en el sitio.
Se conoció que en el local se ejerce la prostitución y que existe un sistema de cámaras de vigilancia que permiten monitorear el segundo piso del lugar. Gracias a las cámaras, personal del sitio detecta a los clientes acaudalados para que luego las damas de compañía los “pildoreen” y roben.
Este medio intentó conversar con el abogado de Ernesto Córdoba, Jorge Borda, sin resultados positivos. En una entrevista anterior, el hermano del empresario, Luis Fernando Córdoba, negó que Ernesto sea dueño de El Caballito. Manifestó que es propietario del inmueble, pero no del bar nocturno.
Tras el hecho del domingo, Ramsés Campusano, hermano de la víctima, visitó El Caballito para saber más sobre lo sucedido, pero fue amenazado.
“Los garzones se han acercado y me dijeron que el señor Ernesto Córdoba dice que ya no haga nada ni meta a El Caballito en el problema de mi hermano porque a mí me puede pasar algo. Me han amenazado”, contó a Página Siete. El lugar no fue precintado hasta el lunes a mediodía.
Según la Alcaldía, desde que fue clausurado definitivamente, la Intendencia ha intentado impedir que el local, en Alto Miraflores, vuelva a ser abierto.
“Se intentó ingresar a este local pero no se pudo toda vez que al interior existen tres puertas, seguridad privada y otras personas alertan sobre cualquier operativo que se intente realizar”, revela el comunicado.
Otros datos
Solicitud El diputado Carlos Aparicio anunció que pedirá un informe oral al alcalde de La Paz, Luis Revilla, para que aclare las razones por las cuales el local El Caballito permanece abierto a pesar de las clausuras que hubo. “Eso es incumplimiento de deberes; sin embargo, tendremos mayores elementos a partir de un informe oral al alcalde”, manifestó.
Delito En El Caballito se vende droga y los clientes más asiduos son personas con antecedentes penales. Damas de compañía que trabajan en otros centros nocturnos van a este local en las madrugadas a prestar sus servicios que están destinados a clientes “exclusivos”. Debido a los allanamientos en vez de muebles hay plataformas de cemento que sirven como mesas y asientos.
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