George Collins, un trovador y bohemio irlandés que está de paso por nuestra ciudad, vive y disfruta durante el día, conociendo las tradiciones y costumbres del país e intenta probar todos los platos de la gastronomía boliviana.
Pero en las frías noches paceñas, matizadas con una luna resplandeciente, se pone un tanto nostálgico, melancólico, y piensa en los amigos y en la familia que dejó antes de partir hace cinco meses en busca de aventuras en Bolivia.
Para calmar esa ansiedad y tratar de sentirse como en casa, Collins visitó The Dubliner, un bar o pub ubicado en el Megacenter de la zona de Irpavi, y hoy lo frecuenta. Es casi un parroquiano.
“Los pubs son así en el Reino Unido”, dice con un castellano muy singular, mientras fuma un cigarrillo de marca desconocida; su mirada se pierde en la diversidad de bebidas de la carta que le trajo uno de los garzones. Este espacio lo relaja y tranquiliza.
A la hora de pedir un whisky, elige por supuesto la marca Jameson, la bebida referente de su amada y entrañable “isla esmeralda”.
Aire europeo
The Dubliner o “baile atha cliath” (en idioma gaélico), como se conoce a los nativos de Dublín, capital de la República de Irlanda, es un pub y restaurante frecuentado por bolivianos y muchos extranjeros, generalmente de países europeos, por su estilo único y netamente irlandés.
Una mesa de billar y carteles por doquier de distintas marcas de bebidas, nacionales y extranjeras, extrañas a primera vista, crean un ambiente especial.
La barra para los clientes tiene el sello del mundo anglosajón y siempre está ocupada por extranjeros, aunque poco a poco los paceños más tímidos dejan una de las 20 mesas del boliche para disfrutar alguna bebida allí. Las dos cartas que ofrecen (una de alimentos y otra de bebidas) son muy diversas.
El administrador de The Dubliner, Daniel Clavel, asegura que se hizo lo posible para que este boliche fuera lo más fielmente parecido a un típico pub de Irlanda.
Este país agrícola produce muchas verduras frescas que están plasmadas en el menú del restaurante.
Irlanda es también la patria de la stout, una cerveza negra y fuerte elaborada por Guinness, la marca mundial que hizo famosa la pureza de la cerveza irlandesa. Ésta es una más de las opciones en cervezas que se ofrecen aquí. El cliente puede elegir entre unos 20 tipos diferentes de cervezas, entre extranjeras, nacionales y artesanales.
Una variada carta
Los whiskys más valorados por los clientes son el Jameson, Connemara, Tyrconnel, Tullamore Dew, Kilbeggan y Grenore, todos irlandeses. Además de éstos, hay 74 variedades diferentes, en su mayoría provenientes de Escocia, Irlanda y Canadá.
Según Clavel, The Dubliner es el boliche donde se encuentra la más variada selección de bebidas de La Paz, pues llega a un impresionante registro de 300, aproximadamente.
Al ingresar al pub restaurante, la bienvenida está a cargo de un mesero con el peculiar saludo tradicional irlandés “céad míle fáilte”, que significa “un centenar de miles de bienvenidas”.
Enrique Guzmán, mesero de este bar, resalta que esos detalles hacen que el cliente “se sienta como si estuviese en Irlanda”.
Hoy, los pubs y bares de la isla se han convertido en importantes centros de la vida social irlandesa.
Además, se hicieron legendarios por los versos de poetas como Brendan Behan, quien consolidó una reputación de bebedor empedernido, tras compartir interminables juergas con otros célebres escritores de su tiempo.
James Joyce, que además de su inmortal novela Ulises escribió una serie de cuentos que intituló Dublineses, en 1914, fue quien hizo conocer al mundo el espíritu bohemio de los irlandeses y Roddy Doylem delineó las figuras solitarias y de los grupos de amigos “juergueros” que compartían comidas y bebidas en los pubs de aquel país.
Alejandra Gardeazábal, fanática de este espacio, cuenta que lo visitaba ocasionalmente para distraerse y disfrutar de la música en vivo, que es muy variada, aunque predomina el rock clásico en el repertorio.
Según Guzmán, los clientes se sienten muy satisfechos con la gama de opciones en bebidas y ambiente del lugar.
“Es muy diferente a los demás que hay en La Paz”, dice María Arancibia, quien festejó el cumpleaños de una de sus amigas al ritmo de The whitches promise, de Jethro Tull, la famosa banda gaélica.
Andrew Calring, un aventurero austriaco, subió a la barra para probar una cerveza saya artesanal. Acompañado por su novia Marlene Ortiz, cuenta que en este boliche se siente muy bien y que sólo vio uno con este estilo en Cochabamba.
Al final de la noche, o de la madrugada, al salir del lugar se escuchan las palabras irlandesas “slán agus beannacht”, que significa “ve seguro y que Dios te bendiga”, un hasta luego que refleja el cariño y hospitalidad irlandesas, principal carta de presentación y filosofía del The Dubliner.
En números y letras
Gallia est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt Belgae, aliam Aquitani, tertiam qui ipsorum lingua Celta1234Gallia est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt Belgae, aliam Aquitani, tertiam qui ipsorum lingua Celtae, nostra Galli appellantur. Hi omnes lingua, institutis, legibus inter se differunt. Gallos ab Aquitanis Garumna flumen, a Belgis Matrona et Sequana dividit.
123Gallia est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt Belgae, aliam Aquitani, tertiam qui ipsorum lingua Celtae, nostra Galli appellantur. Hi omnes lingua, institutis, legibus inter se differunt. Gallos ab Aquitanis Garumna flumen, a Belgis Matr
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