Si de ambientes juveniles se trata, Kukaramakara y Caminito son los boliches que más adeptos han ganado en su corto tiempo de vida. Y es que ‘Kuka’ presenta un aire alternativo, donde se escuchan “los éxitos de tu vida”, como explica DJ Demencia, el responsable del ‘play list’. Tiene una decoración reciclada y recibe a la gente más loca de Santa Cruz.
Caminito es un pub que emula el paisaje del famoso callejón-museo del barrio de La Boca de Buenos Aires. Sus tres ambientes románticamente decorados y la música alternativa son ideales para pasar bonitos momentos con los amigos.
Negroni se ganó un lugar por su propuesta novedosa, se instaló como un escenario de eventos no tradicionales. Dependiendo de la noche se puede escuchar música electrónica, blues, pop, rock, entre otros géneros. Su decoración de lounge es ideal para relajarse y celebrar la vida.
Jureré es una playa de Florianópolis (Brasil) de aguas verdes, transparentes, calmas y cálidas... ¡ah que coisa boa…! justamente por placentero bautizaron con ese nombre al boliche del pasillo Mónica von Borries, esq. Juan B. Coimbra, zona de la Monseñor Rivero.
Moon, es un resto bar, que está dedicado a todos los adeptos del rock. Durante el día funciona como un restaurante y por las noches se convierte en un bar. En el lugar se escuchan clásicos.
Rëd es también un resto bar. La música es programada de acuerdo al gusto del cliente.
La onda disco la trae Munich by Cover donde podrás disfrutar de su ambiente rústico.
También en la lista de los nuevos está Lovumba, un boliche latino, con mucho sabor tropical. Estos dos últimos son ideales para un público adulto. Lovumba es el predilecto de los residentes colombianos que hasta se trajeron a un DJ desde sus tierras para que ocupe su consola. Finalmente, City Music es un club de jazz, que sirve de escenario para artistas independientes. Está buenísimo. Ahora, ¿a cuál vas primero?
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